La guerra del tomate escala: aranceles de Trump sacuden la relación México-EE. UU.

Comparte!!!

Washington ha reactivado un arancel del 17.09% sobre las importaciones de tomate mexicano, una medida que, según las autoridades estadounidenses, busca contrarrestar el dumping y proteger a sus productores locales. Este movimiento, que pone fin a acuerdos de suspensión de aranceles vigentes desde hace años, incluido el firmado en 2019, es otra prueba de que la administración de Donald Trump está desmantelando políticas comerciales que antes gozaban de consenso bipartidista. La decisión se inserta en un portafolio más amplio de temas bajo negociación con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.

07/16/2025. Sheinbaum ha expresado su desacuerdo, afirmando que el tomate mexicano «va a seguir exportándose, aun con el arancel, porque no tiene sustituto». Anunció planes de apoyo para los productores y calificó el nuevo arancel de «injusto», adhiriéndose a un comunicado de la Secretaría de Economía que señalaba que las propuestas mexicanas no fueron aceptadas por «razones políticas». La «guerra del tomate», tradicionalmente librada en el ámbito comercial, ahora se libra también en el político con Trump en la presidencia.

Impacto Económico: De la Inflación en EE.UU. al Riesgo Laboral en México

Los efectos más inmediatos de la medida proteccionista se sentirán en los consumidores de tomate en Estados Unidos. Según cifras oficiales, dos de cada tres tomates consumidos en el país provienen de México. Gracias a acuerdos previos y al tratado de libre comercio, las exportaciones de tomate a EE. UU. se duplicaron en la última década, representando un intercambio de casi 3.000 millones de dólares. La inflación en Estados Unidos ya mostró un aumento del 0.3% en junio respecto a mayo, atribuido en parte a los aranceles de Trump sobre bienes de consumo importados.

Antonio Ortiz-Mena, experto mexicano en geopolítica y profesor de comercio internacional en la Universidad de Georgetown, describe estos aranceles como parte de una «vieja historia, pero con un gobierno distinto». Señala la presencia de un gobierno estadounidense «mucho más proteccionista y a un lobby de tomateros empoderado», en referencia a la industria de Florida, que produce tres veces menos que México. Ortiz-Mena enfatiza que «no hay manera alguna de que Florida pueda abastecer el mercado local en cuanto a calidad, cantidad y precio; imposible». Además, empresas estadounidenses con inversiones en la producción de tomate en México también se verán afectadas, no solo por los bajos costos laborales, sino por las condiciones climáticas y la economía de escala.

En el lado mexicano, la industria productora de tomate emplea a al menos 500.000 personas, cuyos trabajos estarán en riesgo si el arancel se mantiene. Faustino Delgado, líder del gremio, advierte que si bien el tomate mexicano se abaratará, las empresas «van a tener que reducir empleos, van a tener que replantear cuántas hectáreas van a sembrar».

El Tablero Político y Social: ¿Hasta Dónde Cederá México?

La medida arancelaria tiene claras connotaciones políticas. Parte del éxito electoral de Trump en 2024 se debió al hartazgo de los consumidores por la inflación post-pandemia. Sheinbaum espera que este arancel sea un tema más en la mesa de negociación permanente con Washington, donde ya se abordan la migración, la lucha contra el tráfico de fentanilo y la persecución de carteles.

Sin embargo, la estrategia de «cabeza fría» y «respeto de la soberanía» de Sheinbaum parece chocar con la persistencia de Trump. A pesar de que México ha cedido a presiones (enviando soldados a la frontera, modificando su política antidrogas y extraditando narcotraficantes solicitados por EE. UU.), Trump anunció que, a partir del 1 de agosto, impondrá un arancel del 30% a las importaciones mexicanas, argumentando que los esfuerzos mexicanos para frenar el flujo de fentanilo y migrantes no han sido «suficientes». Este mensaje sugiere que la cooperación «tranquila» no garantiza nada.

Expertos como Ortiz-Mena advierten que, si México «solo enfrenta barreras y barreras», llegará un momento en que, «por cálculo de política interna, tenga que frenar las exportaciones agropecuarias a EE. UU.». México es el primer socio comercial de Estados Unidos, y grandes industrias estadounidenses como las del maíz, la soja y el trigo dependen de las ventas al sur de la frontera.

Puedes leer: México bajo presión: empresarios de EE.UU. advierten que el T-MEC se tambalea por omisiones del gobierno de Sheinbaum –

Más allá de lo comercial y político, los aranceles pueden tener graves efectos sociales. La mayor parte de la industria tomatera se encuentra en Sinaloa, una región también marcada por la presencia de uno de los carteles de narcotráfico más importantes del mundo. La incertidumbre económica y la posible pérdida de empleos podrían «exacerbar las razones para que los trabajadores mexicanos o quieran migrar a EE. UU. en busca de oportunidades o vayan a engrosar las filas del crimen organizado», según Ortiz-Mena.

La estrategia de diálogo y cautela del gobierno mexicano ha sido criticada por expertos como Ignacio Martínez Cortés y Adolfo Laborde, quienes sugieren que se ha «desgastado» y no ha logrado los «réditos esperados». Martínez Cortés afirma que México ha cedido a numerosas peticiones de Trump sin recibir nada a cambio, sugiriendo que «debe de cambiar de estrategia y adoptar una posición más dura». La dependencia económica de México a las exportaciones a EE. UU. (el 80% de sus exportaciones anuales de más de 500.000 millones de dólares) expone al país a un nivel mayor a esta guerra comercial. Laborde concluye que es una situación «muy difícil» con «poco tiempo de maniobra». Las consecuencias de un arancel al tomate, en efecto, van mucho más allá del aspecto comercial.

Redaccion DHH sobre lectura de agencias

 - 
Arabic
 - 
ar
Bengali
 - 
bn
German
 - 
de
English
 - 
en
French
 - 
fr
Hindi
 - 
hi
Indonesian
 - 
id
Portuguese
 - 
pt
Russian
 - 
ru
Spanish
 - 
es