La presencia de Hezbolá, una organización terrorista de renombre mundial, ha suscitado preocupación y alarma en América Latina desde la década de 1990. Conocida por sus actividades en más de cuarenta países, esta red ha encontrado en la región un enclave estratégico, especialmente en la Triple Frontera, un punto crucial en el límite entre Argentina, Brasil y Paraguay. Esta es una redaccion libre con IA sobre el reportaje de la agencia de noticias Deutsche Welle.

11/28/2023. La expansión de Hezbolá se ha aprovechado de las comunidades libanesas dispersas por el mundo tras la guerra civil que azotó a Líbano entre 1975 y 1990. No obstante, es importante destacar que no todos los miembros de estas comunidades participan en las actividades de apoyo y financiación a Hezbolá, aunque estas redes se encuentran entrelazadas y camufladas entre las comunidades chiitas.

Emanuele Ottolenghi, del instituto de investigación FDD en Washington, señala que la presencia de Hezbolá en América Latina es extensa, abarcando desde México hasta Chile, con centros de actividad particularmente significativos, como la Triple Frontera. Esta área, enclavada entre tres países, se ha convertido en un epicentro para las operaciones de Hezbolá, sobre todo en Ciudad del Este, debido a su carácter comercial, su conexión global a través de tres aeropuertos internacionales y su atractivo turístico, que permite una presencia discreta.

La permeabilidad de las fronteras, utilizadas para el contrabando que mueve miles de millones de dólares al año, incluyendo drogas y armas, ha convertido a esta región en un paraíso para el crimen organizado. La presencia de Hezbolá en este contexto plantea un desafío para los esfuerzos estatales, que se ven afectados por la infiltración de grupos ilegales y criminales en ambos lados de la frontera.

La relevancia de Hezbolá en Ciudad del Este representa un desafío para Paraguay, donde la Inteligencia Militar no ha proporcionado respuestas sobre la situación. Estados Unidos considera a la Triple Frontera como uno de los mayores focos de economía ilícita en el hemisferio occidental, lo que ha llevado a investigaciones que han revelado conexiones financieras entre esta zona y la financiación de Hezbolá en el Líbano.

A pesar de que en América Latina no se había experimentado el terrorismo internacional de manera tan directa como en otras regiones, Argentina clasificó a Hezbolá como organización terrorista en 2019, coincidiendo con el 25 aniversario del atentado contra la AMIA en Buenos Aires. Se sospecha que los perpetradores de este ataque siguen refugiados en la Triple Frontera.

Las actividades de Hezbolá en la región no se limitan únicamente a la financiación y el reclutamiento, ya que han intentado llevar a cabo atentados. Ottolenghi destaca al menos cuatro intentos después de los ataques en Buenos Aires. Además, tres brasileños fueron detenidos recientemente por intentar reclutar personas para atacar intereses judíos y sinagogas en Brasil, lo que resalta la constante amenaza que representa esta organización.

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La preocupación por posibles futuros atentados lleva a reflexionar sobre cómo prevenirlos. En Paraguay, se ha observado principalmente actividad relacionada con el lavado de dinero y la financiación, pero si Hezbolá decidiera llevar a cabo un ataque, representaría un riesgo masivo. Se han implementado medidas como la instalación de una justicia especializada en delitos económicos y crimen organizado, pero se necesitan mayores esfuerzos.

Ottolenghi propone una serie de medidas que podrían fortalecer la seguridad, como controles fronterizos más estrictos, mayor inversión en inteligencia y cooperación entre los países involucrados, así como recursos adicionales para combatir las actividades criminales que financian el terrorismo.

En conclusión, la presencia de Hezbolá en la región, particularmente en la Triple Frontera, representa un desafío para la seguridad y la estabilidad en América Latina. Las autoridades locales y los organismos internacionales deben trabajar en estrecha colaboración para prevenir futuros atentados y desmantelar las redes que facilitan las actividades terroristas en la región. El seguimiento del dinero, una táctica clave en la lucha contra el terrorismo, revela la importancia de la Triple Frontera como un punto focal en los esfuerzos por neutralizar la amenaza de Hezbolá en Latinoamérica.

Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de dw.com