En una jornada marcada por la incertidumbre y la vigilancia extrema, el panorama electoral en Honduras ha dado un giro significativo. Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional, se mantiene en la cima de los resultados preliminares con 1,333,598 votos, pero su dominio se ha vuelto frágil. Tras el inicio del escrutinio especial, la ventaja que el líder nacionalista sostenía sobre su más cercano perseguidor, Salvador Nasralla del Partido Liberal, se ha reducido drásticamente a la mitad, pasando de más de 42 mil votos a tan solo 21,080.

12/20/2025.
Un margen que se desvanece en el escrutinio especial
El proceso de revisión de actas con inconsistencias, que comenzó el jueves 18 de diciembre tras varios días de retraso, ha sido el catalizador de este cambio en la tendencia. Hasta la tarde del viernes, se habían procesado 532 de las más de 2,700 actas destinadas al escrutinio especial. Este conteo minucioso se desarrolla en un clima de alta tensión, exacerbado por las paralizaciones previas que sufrió el sistema de divulgación del Consejo Nacional Electoral (CNE), el cual llegó a estar inactivo por más de 135 horas. La resolución final y la declaratoria oficial del ganador aún no tienen una fecha definida, supeditadas a la finalización de todas las etapas legales y la resolución de recursos pendientes.
Blindaje institucional y el rol de las Fuerzas Armadas
Ante la volatilidad del ambiente político, la presidenta del CNE, Ana Paola Hall, ha tomado medidas contundentes para salvaguardar la integridad del proceso. Se ha establecido una coordinación directa con el general Héctor Valerio, nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, para garantizar el respeto al orden constitucional. Esta colaboración incluye un despliegue preventivo en las instalaciones del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), con el objetivo de proteger tanto al personal como el material electoral crítico. Hall ha sido enfática al declarar que «Honduras es primero», haciendo un llamado a toda la institucionalidad para actuar bajo un estricto mandato legal sin interferencias.
El ojo del mundo y la sombra del fraude disipada
La comunidad internacional no ha quitado el dedo del renglón. La Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), conformada por Costa Rica, Ecuador, República Dominicana y Panamá, emitió un pronunciamiento instando a que el resultado final sea un «reflejo fiel de la soberanía ciudadana» y pidió madurez democrática a los candidatos que no resulten favorecidos.
Por otro lado, un respiro de confianza técnica llegó de la mano de la organización Observadores Electorales por Honduras 2025 (OEH25). Tras un ejercicio de verificación independiente, el grupo descartó la existencia de fraude, reportando una consistencia del 99.7% entre las actas observadas y los resultados publicados por el CNE. Según sus hallazgos, las mínimas discrepancias encontradas (0.3%) responden a errores aritméticos menores y no a una manipulación sistemática, lo que refuerza la legitimidad del sistema a pesar de la estrecha diferencia entre los punteros.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre lectura de agencias.
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