La crisis postelectoral en Honduras alcanzó un punto crítico el 16 de diciembre de 2025, cuando las principales autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) denunciaron abiertamente el «secuestro» de sus instalaciones logísticas y la parálisis forzada del proceso de escrutinio especial,.
12/16/2025. Las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López alertaron sobre un escenario de «avasallamiento» a la institucionalidad,, señalando que el Centro Logístico Electoral (CLE) ubicado en el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) estaba bajo el control de miembros de partidos políticos,.
Bloqueo y avasallamiento a funcionarios
La consejera presidenta, Ana Paola Hall, reveló que funcionarios del CNE han impedido y restringido el acceso al CLE a personal del ente electoral,. Los responsables de esta restricción son miembros de las Juntas Especiales de Verificación y Recuento, quienes son propuestos por partidos políticos y no son empleados directos del CNE,.
Estos representantes, que se encuentran en notable ventaja numérica, han impuesto condiciones, exigiendo a los empleados del CNE que se identifiquen y diciéndoles que «se deben a los partidos»,. Hall describió esta situación como un «secuestro a la institucionalidad» donde los funcionarios se encuentran «disminuidas en nuestra libertad»,.
Por su parte, Cossette López denunció que, en este contexto de alta tensión política, se han registrado actos de violencia, intimidación y vandalismo. Estos actos son atribuidos a miembros de las Juntas Especiales acompañados por militantes de partidos políticos, señalando específicamente a Libertad y Refundación (Libre). López catalogó la situación dentro del CLE como un escenario de caos y sedición, que impide la instalación normal de los organismos electorales temporales y la continuidad del recuento de actas con inconsistencias.
Diálogo fallido mantiene el suspenso presidencial
La paralización del CNE se agrava tras el fracaso de las conversaciones entre las comisiones del Partido Nacional (PN) y el Partido Liberal (PL), que no lograron acuerdos para iniciar el escrutinio especial de las actas. La definición del próximo presidente de Honduras depende de la revisión de 2,792 actas que contienen errores o inconsistencias y que podrían representar hasta 586,320 votos.
El punto de quiebre en las negociaciones fue la negativa del Partido Nacional a revisar la totalidad de las actas. El PN sostiene que 1,081 de estas 2,792 actas no presentan inconsistencias, por lo que solo acepta revisar 1,711. La actitud «desafiante» del PN llevó a la suspensión del diálogo la noche del martes.
Mientras el proceso crucial permanece en suspenso, el conteo parcial, basado en el 99.80% de las actas regulares, muestra al candidato del PN, Nasry «Tito» Asfura, al frente con 1,305,033 votos (40.54%), manteniendo una diferencia ajustada sobre Salvador Nasralla (PL), que acumula 1,261,849 votos (39.19%).
Llamadas de alerta: seguridad y comunidad internacional
La interrupción de estas labores amenaza el cronograma electoral, lo que podría comprometer la emisión oportuna de la declaratoria oficial de resultados prevista antes de fin de año.
Ante la gravedad de la situación, la consejera López hizo un llamado urgente a los cuerpos de seguridad del Estado para que intervengan, restablezcan el orden, separen a los agresores y garanticen la integridad del personal, observadores y material electoral resguardado en el INFOP.
Por su parte, Hall cuestionó la inacción de las fuerzas del orden: «¿Dónde está la investigación que corresponde? ¿Por qué las autoridades a cargo del orden público y de la seguridad del proceso no informan sobre lo que realmente sucede?”. La consejera presidenta imploró a la comunidad internacional que se mantenga atenta y documente los hechos, advirtiendo que «El proceso electoral y el futuro de Honduras, que es de todos, nos lo están quitando unos pocos».
Hall concluyó con una fuerte advertencia a todos los actores involucrados: “¡la historia juzgará y será implacable!”.
Redaccion Elena Calzadilla para DHH.
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