Lo que comenzó como una carrera prometedora en el boxeo terminó convertido en un escándalo que sacude a una de las familias más emblemáticas del deporte mexicano. Julio César Chávez Jr., hijo del legendario “César del Boxeo”, enfrenta acusaciones por haber colaborado con el Cártel de Sinaloa como “ajustador de cuentas”, golpeando a víctimas como parte de castigos ordenados por Los Chapitos.
11/07/2025. La revelación vino de su propio padre, Julio César Chávez, quien en una entrevista con Adela Micha admitió que su hijo “sí trabajó” para el grupo criminal, aunque matizó los hechos: “Le dijeron: ‘Si le pegas unos chingazos, le perdonamos la vida’. Mi hijo no quería. Dijo: ‘Le voy a pegar uno, uno nomás, pero ya le perdonan la vida’. Y le pegó un ganchito así, despacito”, relató.
La Fiscalía General de la República sostiene que Chávez Jr. fue empleado por el cártel bajo las órdenes de Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, jefe de seguridad de Los Chapitos. Las pruebas incluyen intervenciones telefónicas y testimonios que lo señalan como ejecutor de castigos físicos, usando sus puños como herramienta de intimidación.
Chávez padre defendió a su hijo argumentando que no fue una colaboración voluntaria, sino una decisión forzada por miedo: “Si no vas, te llevan. ¿Qué quieres, que te maten? Prefiero ser amigo de ellos a que me maten los cabrones”.
La historia del boxeador que alguna vez fue promesa mundial se ha transformado en una crónica de decadencia, miedo y crimen. Hoy, el apellido Chávez ya no solo evoca gloria deportiva, sino también una tragedia familiar marcada por la violencia y el poder del narco.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
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