María Corina Machado aterrizó en Oslo y, antes de dar un paso firme en suelo noruego, ya la esperaba un coro que la envolvió con fuerza: «Valiente, valiente». Cientos de venezolanos residentes en la capital escandinava se congregaron para recibirla, transformando su llegada en un acto de reivindicación política y emocional.

12/10/2025. La escena fue más que un saludo protocolario: se convirtió en un manifiesto espontáneo de la diáspora que, lejos de su tierra, mantiene viva la esperanza de cambio. Machado, figura central de la oposición venezolana, fue recibida como un estandarte de resistencia, una voz que desafía las sombras del poder y que busca proyectar la crisis democrática de su país en escenarios internacionales.
El eco de Oslo no solo celebró a la dirigente, sino que también reflejó la fuerza de una comunidad que, pese a la distancia, se aferra a la idea de que la valentía puede cruzar fronteras y convertirse en bandera.

Redacción Elena Calzadilla para DHH.
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