A juicio por homicidio los 8 tratantes médicos en el caso Maradona
La justicia argentina ha confirmado que los ocho acusados por la muerte del ícono del fútbol Diego Armando Maradona enfrentarán un juicio oral por el delito de «homicidio simple con dolo eventual».
La Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro ha confirmado la imputación que los fiscales y el juez de la causa habían dispuesto el año pasado, en lugar de las calificaciones más leves que habían pedido las defensas.
En caso de ser hallados culpables, podrían recibir penas de entre 8 y 25 años de prisión. Los acusados incluyen al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel «Charly» Díaz, la médica coordinadora de la prepaga Swiss Medical, Nancy Edith Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Ariel Perroni, y los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid, además del médico clínico Pedro Pablo Di Spagna.
El juez Orlando Díaz, quien realizó el pedido original de elevar la causa a juicio oral, sostuvo que los ocho imputados no cumplieron «con el mandato de actuar que la buena práctica médica colocaba en sus cabezas». Como «garantes» de la condición del exfutbolista, tuvieron la posibilidad de «revertir» su cuadro cardíaco y no lo hicieron.
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Además, en su fallo, Díaz elevó a juicio a Luque por el delito de «uso de documento privado falso» y a Cosachov por «falsedad ideológica». Se le imputa a Luque haber usado una firma falsificada de Maradona para pedir una historia clínica, mientras que a Cosachov se la acusa de haber confeccionado un certificado de aptitud mental de Diego sin ir a visitarlo. Según la hipótesis fiscal planteada en el requerimiento de elevación a juicio, el equipo médico de Maradona fue «deficiente», «temerario» e «indiferente».
Sabía que el «10» podía morirse en el estado en el que se encontraba y no hizo nada para evitarlo. Maradona murió a los 60 años de un edema pulmonar y una falla cardíaca el 25 de noviembre de 2020 en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre. Allí estaba transitando una cuestionada internación domiciliaria por su adicción al alcohol y luego de haber sido sometido a una neurocirugía. La autopsia estableció que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada» y descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
A pesar de que se trata de un delito que tiene una pena en expectativa de 8 a 25 años de prisión, los fiscales nunca pidieron las detenciones y los ocho acusados siempre estuvieron en libertad, y así llegarán al juicio oral si se confirma para ellos.
Este caso ha sido muy seguido por la opinión pública y ha generado una gran expectativa mundial.
Redacción DHH con información de iprofesional.com
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