Este miércoles, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció en su cuenta de Twitter que 2 mil presuntos pandilleros fueron trasladados a la megacárcel de alta seguridad llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

Este miércoles, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció en su cuenta de Twitter que 2 mil presuntos pandilleros fueron trasladados a una nueva prisión de alta seguridad llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

Según el mandatario, esta cárcel tiene capacidad para alojar a 40 mil miembros de estas estructuras criminales y es considerada la más grande de América. Este es el segundo grupo de pandilleros trasladados a la prisión, después de que se llevara a cabo el primer traslado a finales de febrero. Hasta ahora, no se han proporcionado detalles sobre el traslado y las autoridades de seguridad del país no habían informado previamente sobre el movimiento de reclusos.

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La construcción de esta prisión ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, que ha denunciado falta de transparencia en su aprobación en la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo. La construcción del Cecot también ha generado preocupaciones por posibles violaciones a los derechos humanos de los reclusos. Amnistía Internacional (AI) ha expresado su preocupación por esta nueva cárcel en El Salvador, señalando que «la construcción de esta nueva prisión podría suponer la continuidad y el escalamiento de estos abusos».

La organización ha pedido al gobierno de Bukele que garantice que los derechos humanos de los reclusos en la megacárcel sean respetados. A pesar de los señalamientos de violaciones a los derechos humanos en el marco del régimen de excepción y del traslado de presos, el presidente salvadoreño cuenta con un respaldo de aprobación de la población de un 91%, según una reciente encuesta de la Unidad de Investigación del periódico La Prensa La iniciativa de Bukele de construir una megacárcel para pandilleros se da en medio de un aumento de la violencia en el país.

Según las cifras oficiales, el régimen de excepción, aprobado en marzo pasado, ha llevado a la detención de más de 65 mil personas a las que el gobierno acusa de ser pandilleros, y se han liberado a más de 3 mil 300. A pesar de las controversias que rodean a la construcción de esta prisión y el régimen de excepción, Bukele ha mantenido su postura de mano dura contra las pandillas y ha prometido seguir luchando contra la violencia en el país.