Migrantes reciben ofertas de compra de niños en la ruta del Darién
La Asociación de Venezolanos en la Cordillera Central realizó un recorrido por la ruta migratoria Necoclí – Acandí. Registró la difícil situación de las personas venezolanas que quieren cruzar la selva del Darién o que quedaron varados y no pueden retornar.
En pánico quedó una migrante venezolana cuando le ofrecieron comprarle a uno de sus cuatro niños, a orillas de la playa de Necoclí, en su intento por atravesar la peligrosa selva del Darién, para migrar a Estados Unidos.
Eran las 8:00 de la noche del miércoles 26 de octubre de 2022. Luego de intercambiar números telefónicos con una mujer colombiana que se acercó a la playa a solidarizarse con los migrantes que no tienen dónde pernoctar antes de la travesía por el Darién, la venezolana recibió un mensaje de texto con la oferta: «Podemos ayudarles con 1.500.000 pesos colombianos. Disculpa esta conversación pero estamos muy ansiosos de tener un bebé en nuestra casa».
Luego de eso, la migrante —quien prefirió no identificarse— entró en crisis de nervios, no pudo conciliar el sueño en las carpas improvisadas con bolsas plásticas negras. Pensaba en que le podían robar a cualquiera de sus niños: un bebé de seis meses, y tres niños de dos, cuatro y cinco años.
Esta escena la relató al Proyecto Migración Venezuela, Fabiola Sallam,
coordinadora de proyectos de la Asociación de Venezolanos en la Cordillera Central (Asovecc) —que tiene incidencia en Vichada, Caquetá y Huila, donde no hay presencia de la cooperación internacional— y que movida por el incremento del flujo de migrantes por el Tapón del Darién se acercó con otros integrantes de la organización a brindar una mano solidaria a sus compatriotas en tránsito por Necoclí y Acandí.
«En mi presencia la mujer le insistía por mensajes de whatsapp que dónde se veían, que solo quería ayudar con el bebé, le hacía videollamadas y la migrante venezolana se puso a llorar, estaba muy asustada», contó Sallam, a la vez que agregó que del susto la familia migrante decidió retornar a Bogotá.
La activista hizo un llamado a las autoridades para que centren su atención en este tipo de situaciones, peligros y delitos de trata de personas a los que se exponen las personas venezolanas que llegan a Necoclí. Mencionó el caso de un acceso carnal violento del que fue víctima una niña venezolana en los alrededores de la playa de Necoclí, mientras la ONG realizaba la visita en la zona.