
Miles de migrantes de Venezuela, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Haití y otros países de Centroamérica mantienen saturada la estación migratoria siglo 21 en la frontera sur de México con Guatemala.
La estación migratoria siglo 21, considerada por los migrantes como la “cárcel migratoria” más grande de México, tiene una capacidad para 960 personas, pero los extranjeros denuncian que hay cerca de 2.000 migrantes que permanecen encerrados.
El centro, en el municipio de Tapachula, está rodeado por una enorme barda con alambre de púas para evitar que los migrantes escapen.
Sobre el terreno, se pudo observar este martes a cientos de migrantes que se bañaban, otros sentados bajo unas gradas y una cancha techada o acostados en la estación tras los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
El nicaragüense Ismael Alberto Martínez narró a Efe que muchos de los migrantes viven un “verdadero infierno” porque las autoridades los engañan con la promesa de documentos.
“Nos encierran y nos mantienen presos. Nosotros no estamos aquí porque queremos, es por nuestro gobierno, no les importamos, nosotros también deberíamos ser tomados en cuenta porque la estamos pasando mal y tenemos necesidad”, denunció.
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