Migrantes soportan frío a orillas del Bravo
Las bajas temperaturas que se registraron durante la noche del lunes y el martes, no impidieron que cientos de migrantes nicaragüenses y de otras nacionalidades continuaran en espera en la fila que se formó en el bordo del río Bravo.
Los migrantes tienen que esperar por más de 24 horas su turno para ser recibidos por el gobierno de Estados Unidos y así solicitar el asilo político en los límites de Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
Aunque en un inicio se estimaba que eran alrededor de mil 500 migrantes los que llegarían a esta frontera, se cree por los mismos extranjeros y autoridades de los tres niveles de gobierno que el flujo se seguirá incrementado, debido a que no existe hasta el momento alguna disposición que obligue a Estados Unidos a regresarlos a México.
El lunes se constató que desde temprana hora seguían llegando los migrantes para formarse en la fila y esperar su turno, por lo cual no sólo había nicaragüenses, sino también personas de Honduras, Guatemala, Ecuador y algunos venezolanos.
Para mitigar los dos grados centígrados que se han registrado en las mañanas, las personas encendieron fogatas, se cubrían con cobijas y hasta con plásticos.
Al mediodía del martes, el flujo de personas continuaba, por lo cual la fila de personas llegaba casi a la zona conocida como Puente Negro, ya que la Patrulla Fronteriza recibe en grupos pequeños a personas y detiene la entrada por diversos lapsos, ocasionando que el tiempo de espera de los migrantes sea más largo.
El diario EL UNIVERSAL constató cómo durante el mediodía del lunes, un grupo de migrantes venezolanos que esperan desde hace meses en Ciudad Juárez cruzan el río para venderles a las personas que están en la fila diversos artículos.
Agua, jugos y pizzas forman parte de los alimentos que se ve que cruzan las personas venezolanas y se las venden a quienes están en la espera y que sí serán recibidos por las autoridades de EU.
“Sí sabemos que venden, pero es que aquí de cualquier manera queremos trabajar. Para nosotros no hay alguna excepción aún, venimos el domingo, el lunes y hoy [martes] para ver si escuchamos que nos dejan pasar a los de Venezuela, pero no. Creo yo que por eso están vendiendo otros venezolanos cosas aquí, porque así ganan su dinero”, decía un venezolano a la orilla del Río, pero del lado mexicano.
De acuerdo con lo que contó, ellos siguen a la espera del 21 de diciembre, fecha en la que posiblemente se elimine el Título 42 y puedan cruzar; sin embargo, también aseguran que al ver la fila de personas, algunos venezolanos se han formado para cruzar en su desesperación por lograr el sueño americano.