A un año de Milei: la inflación en baja pero crecimiento de la pobreza
Mientras algunos sectores celebran avances en el gobierno de Milei y valoran la estabilización macro, atravesada por la creciente desregulación del mercado, otros estratos de la población advierten sobre los costos sociales y desequilibrios que aún persisten en la actualidad.
12/09/2024. Al cumplirse el primer aniversario del disruptivo -desde varios ángulos- gobierno del presidente Javier Milei, la foto actual de la coyuntura económica argentina ofrece un balance signado con varias luces y sombras de diversas tonalidades y matices, y no pocas cuentas pendientes hacia 2025.
Con reformas estructurales y medidas ortodoxas -aunque algunas no tanto-, en un contexto de minoría en ambas cámaras del Congreso, sin gobernadores ni intendentes de su partido, el líder libertario dejó marcada una impronta que claramente dividió las aguas en una sociedad, cuya mayoría ha tolerado por el momento un inédito ajuste del gasto en tiempo récord.
Mientras algunos sectores celebran avances y valoran la estabilización macroeconómica (observada en forma nítida en la abrupta moderación de la inflación), atravesada por la creciente desregulación del mercado, otros estratos de la población advierten -y sufren- por los costos sociales y desequilibrios que aún persisten en la actualidad (con origen de antaño, más allá de que sobrevuela en el debate, la profundización de ciertos flagelos bajo la actual administración).
A continuación, se enumeran los principales logros del oficialismo en materia económica, los efectos negativos que se hicieron sentir en el tejido social y productivo -con diversas magnitudes-, y la agenda de múltiples desafíos que marcarán la hoja de ruta hacia un año clave, como lo será el 2025.
Primer año de Javier Milei: principales logros económicos
Inflación: La baja de la inflación de 25,5% en diciembre a alrededor del 2,7% de octubre pasado es probablemente uno de los mayores logros del Gobierno . La gestión económica de Milei estuvo atravesada por un importante ajuste fiscal y monetario, y una política cambiaria que mantuvo a lo largo de los meses un crawling peg del 2% mensual. Estos lineamientos, junto con la recesión de la economía, -y a pesar del ajuste alcista de las tarifas de servicios públicos-, propiciaron un freno y baja abrupta del proceso inflacionario que se venía acelerando -desde los últimos años de la administración del entonces presidente Alberto Fernández, y el ministro de Economía Sergio Massa- y que se profundizó con la devaluación del 54% del peso el 13 de diciembre de 2023, en el arranque de la gestión del libertario (el dólar oficial pasó de $366,45 a $800, con un paralelo de $1.070, mismos niveles que en la actualidad, después de tocar los $1.500 en julio pasado). Recordemos que en enero el IPC descendió a 20,6%, en febrero a 13,2%, en marzo a 11% y en abril comenzó a ser de un dígito con 8,8%. Ya en mayo se produjo otra fuerte caída a 4,2%, para luego seguir en descenso -con cierta resistencia en el 4%- hasta ubicarse debajo del 3% en el presente. “Hay consenso sobre que el equilibrio fiscal fue fundamental, pero igual o más importante fue la política del 2% de devaluación mensual, lo que indica que el tipo de cambio oficial fue el ancla nominal que logró coordinar expectativas y darle credibilidad al programa anti-inflacionario, que viene funcionando muy bien”, evaluaron desde Econviews.
Brecha cambiaria: con altibajos y cierta resistencia hasta mitad de año, cuando tocó un pico de la gestión, en casi un 60%, con un dólar blue de $1.500, la reducción del spread entre el oficial y el paralelo a casi cero es otro punto positivo del Gobierno. Para lograr ese hito, el Gobierno decidió cerrar todas las canillas de emisión monetaria, incluso la que utilizaba para comprar dólares de la exportación. A mediados de año, determinó que parte de los dólares que adquiría en el mercado oficial los vendería luego en el Contado con Liquidación para reabsorber los pesos emitidos. Ayudado además por el dólar blend, el blanqueo y el carry trade, desde ese momento la cotización del dólar mantuvo la tendencia bajista. Así, la cotización del dólar paralelo apunta a cerrar 2024 con una suba del orden de 10%, muy por debajo de la inflación que estará más cerca de 120%.
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Economía de Milei: principales efectos negativos
Recesión económica y lenta recuperación: el proceso de desinflación también estuvo inducido por una fuerte recesión que registró su piso entre marzo y abril, para luego comenzar una tenue recuperación, con marchas y contramarchas, y lejos de una forma de «V» que pronosticaba el Gobierno. El 2024 cerrará con una contracción de 3%.
Pérdida del poder adquisitivo de asalariados y jubilados: la caída de la actividad también estuvo asociada a la pérdida de poder adquisitivo de jubilaciones y salarios (con diversas velocidades y dimensiones), a causa del proceso inflacionario y la suba de tarifas por quita de subsidios. “Los salarios formales privados al inicio del gobierno de Milei eran los más bajos de los últimos 12 años y las jubilaciones las más bajas desde 2010. Sobre ese nivel crítico de ingresos se impuso un ajuste inédito, que explica las dificultades que tiene hoy la economía para recuperarse”, recordó el economista Pablo Moldovan, Director de C-P Consultora.
Crecimiento de la pobreza y la indigencia: producto de la aceleración inflacionaria en los primeros meses de gestión, y la abrupta caída del salario real, los niveles de pobreza llegaron a superar en el primer semestre el 50%, y tocaron un nivel no visto en dos décadas. Aunque esos registros se están moderando, ante la (lenta) recuperación del salario real, el indicador podría sostenerse por arriba del 45% en el cierre de 2024, es decir es niveles aún muy elevados.
Economía de Milei: cuentas pendientes 2025
Para 2025, Milei y su equipo económico tendrán varios desafíos y deberán indefectiblemente afrontarlos, dada la fragilidad de fondo que aún mantiene la economía argentina.
Cepo cambiario: en el mercado hay consenso de que un punto débil del programa económico es la lentitud en levantar definitivamente las restricciones al dólar. En primera instancia se había proyectado ponerle fin en junio pasado, pero la fecha se fue corriendo con el pasar de los meses, junto con la suma de condiciones. Ahora, el consenso del mercado cree que se va a levantar recién después de las elecciones legislativas de octubre del año que viene. Renegociar acuerdo con FMI: el gobierno y el FMI negocian por un nuevo acuerdo que refinancie todo el programa a más largo plazos y la posibilidad de la inclusión de fondos frescos para financiar la salida del cepo.
Reservas del Banco Central: otro punto endeble ha sido la recomposición de reservas internacionales, que siguen siendo negativas. Pasaron de -11,000 millones de dólares a fin del año pasado, a unos -5,000 millones de dólares recientemente. Si bien estos números representan una mejora, están lejos de haber vuelto a valores positivos. Esa situación ha llevado a que el Gobierno sea muy cauto con un eventual levantamiento del cepo cambiario. En los últimos meses el Banco Central ha vuelto a acumular dólares, aunque una gran parte es “por deuda del sector privado y no por un superávit en la cuenta corriente, que es más sustentable”, explicaron desde Econviews.
Que el repunte de la actividad económica se sienta en «la calle»: el desafío de 2025 para el Gobierno es que los números macro finalmente bajen a la micro, y sobre todo se sientan en el consumo masivo, uno de los segmentos que más sintió el ajuste de la política económica.
Con información de ambito.com