La industria del entretenimiento tiembla. Tras la asombrosa adquisición de Warner Brothers por parte de Netflix, valorada en 82.700 millones de dólares, el futuro de la experiencia cinematográfica tradicional parece estar sellado.
12/07/2025. Esta operación, considerada la más cara en el área de recreación y la mayor adquisición industrial desde la compra de Fox por Disney en 2019, augura una transformación radical en Hollywood y en el concepto mismo de ir al cine.
El cine: ¿Una experiencia personal y solitaria?
Los expertos señalan que, con esta maniobra, Netflix no solo se hace con un catálogo inmenso que incluye joyas como El Mago de Oz, Juego de Tronos y el Universo DC , sino que también monopolizará el mercado, decidiendo qué verá la gente, cuándo y a qué costo .
La lectura más inquietante es que, según analistas de la industria, los formatos industriales de realización de cine tienen «los días contados», posiblemente finalizando el 2025. El acto de ir al cine, argumentan, ya se ha devaluado, convirtiéndose más en una excusa para «comer basura» y «ver a los amigos», que en una necesidad artística o de inmersión . El cine, en esencia, se ha transformado en una experiencia personal, definida por la comodidad de la pantalla «in your face» (frente a tu cara), con la posibilidad de pausar y adelantar a gusto del espectador .
Las ventanas de exclusividad son «poco atractivas»
El pulso de Netflix contra la tradición se hizo evidente a través de las declaraciones de su Co-CEO, Ted Sarandos. Sarandos que reveló su desaprobación hacia los largos periodos de exclusividad en las salas de cine, calificándolos de «poco atractivos para el consumidor». Su visión es clara: las ventanas de estreno deben «evolucionar para ser mucho más accesibles para el consumidor», permitiendo que el público acceda al contenido más rápidamente, sin importar dónde se encuentre .
Aunque Sarandos ha asegurado que «por ahora» lo planeado para Warner Bros. y las películas de Netflix seguirá con dinámicas similares, con algunas manteniendo una «breve exhibición previa», el ambiente en la industria es de temor. La comunidad considera que el co-director favorece la comodidad de ver películas en un laptop o televisión antes que la inmersión e impresión de una sala.
La fatalidad de las salas de cine
Si Netflix, con el inmenso poder de su nueva adquisición (que incluye una de las principales productoras, junto con Paramount y Colombia Pictures) , decide implementar su modelo de estreno rápido a gran escala, otras compañías podrían encontrar rentable seguir el mismo camino para ahorrar costos, amparándose en el argumento de la comodidad del usuario.
Esta convergencia tecnológica significa que el cine se está simplificando no solo en su transmisión, sino también en su realización, producción y comercialización . Si la tendencia se consolida, los cines podrían comenzar a extinguirse, dando paso a un modelo donde el hogar es la única sala de proyección;
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La batalla por la taquilla sigue siendo relevante —Warner facturó $4.000 millones en 2025, un año extraordinario—, pero el objetivo principal de Netflix se centra en «acercar películas de estreno» a sus miembros, pues es lo que ellos buscan . En última instancia, la compra de Warner subraya un mensaje inequívoco: la industria del cine se dirige hacia una era donde la inmediatez y la conveniencia dominan sobre la experiencia colectiva y presencial de la sala oscura. Es como si la experiencia de la ópera se hubiera reducido a escuchar un audiolibro: la historia está ahí, pero el templo de su manifestación está cerrando sus puertas.
Redacción Elena Calzadilla para DHH.
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