55ª Asamblea General de la OEA: Gina Caldera lidera llamado urgente por la crisis migratoria venezolana y la inclusión de desplazados

En un evento marcado por la urgencia de los desafíos regionales, la 55ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se convirtió en el escenario para un contundente llamado de acción por parte de Gina Caldera, representante de Coalición por Venezuela y proveniente de la Asociación Alianza Venezuela. Su intervención destacó la grave crisis humanitaria y de desplazamiento que afecta a Venezuela, abogando por estrategias de seguridad multidimensional y la participación activa de las personas migrantes y refugiadas en las políticas públicas que les conciernen.

06/25/2025. Redacción Albitrio Fabrepe

Caldera inició su discurso subrayando que la asamblea se erige como un «espacio obligado para enfrentar los desafíos que amenazan la estabilidad de toda nuestra América» en un momento de «profundas convulsiones sociales y humanitarias».

La Crisis Humanitaria Venezolana: Un Desafío sin Precedentes El punto central de su alocución fue la crisis humanitaria en Venezuela, que continúa siendo la de mayor desplazamiento forzado en el mundo. Según los datos más recientes de ACNUR, más de 7.9 millones de personas han abandonado el país, generando «flujos constantes de migración y remigración a lo largo de América Latina y del Caribe». La situación proyecta un aumento alarmante, previéndose que serán al menos 10 millones para el próximo año. Esta realidad, señaló Caldera, plantea «retos significativos para la región, incluyendo riesgos de protección, así como brechas para la integración socioeconómica que afectan la cohesión social y la estabilidad de los estados».

Un Nuevo Enfoque en Seguridad y Derechos Frente a esta coyuntura, la representante instó a la OEA y a los Estados miembros a «promover estrategias de seguridad multidimensional». En su visión, estas estrategias deben «reconocer la movilidad humana como un componente esencial de la resiliencia regional» y, crucialmente, «evitar la criminalización de la migración o la estigmatización de nacionalidades». Caldera enfatizó que «la seguridad no puede entenderse solo como control fronterizo», sino que «debe abarcar la protección de derechos, el acceso a oportunidades laborales dignas y la integración en países de acogida».

La Voz de los Desplazados: Clave para la Gobernanza Democrática Un componente fundamental de la propuesta de Caldera fue la necesidad de «consolidar mecanismos de participación significativa para las personas migrantes y refugiadas». Destacó que las «grandes naciones del mundo avanzan hoy hacia espacios consultivos donde la voz de quienes viven la migración no solo se escuche, sino que se incorpore activamente en la formulación y adaptación de políticas públicas». Esta práctica, argumentó, «fortalece la gobernanza democrática y asegura que las decisiones respondan a necesidades reales y contextuales».

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Anuncio Histórico: Apoyo a la Declaración sobre el Derecho de Participación En un anuncio trascendental, Coalición por Venezuela manifestó su «apoyo y participación en la cocreación de la declaración independiente sobre el derecho de los refugiados y otras personas en situación de desplazamiento o apatria a participar en las decisiones que le afectan». Este instrumento, presentado en consulta pública durante el Día Mundial del Refugiado, «propone líneas de acción concretas para que los estados adopten prácticas de consulta y codiseño con población desplazada».

Caldera concluyó su intervención subrayando que «incorporar a quienes escapan de la catástrofe venezolana no es solo un reto humanitario, sino la palanca más poderosa para forjar economías verdaderamente inclusivas y resilientes». Resaltó el valor del multilateralismo para «robustecer la respuesta conjunta a retos complejos que no pueden ser atendidos por una sola nación», vinculando intrínsecamente el crecimiento económico con esta perspectiva.

Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.