ONU: Latinoamérica pierde la batalla en el combate al hambre e inseguridad
América Latina y el Caribe se enfrentan a un desalentador panorama en su lucha por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, según advirtieron diversos organismos internacionales de la ONU en el informe «América Latina y el Caribe, panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición», presentado este jueves.
11/09/2023. A pesar de ciertas mejoras en la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria en comparación con el año 2021, las cifras aún se mantienen por encima de los niveles anteriores a la pandemia y las estimaciones globales. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) son algunos de los organismos que expresaron su preocupación al respecto.
El informe, que engloba una amplia gama de indicadores, abarca desde la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria hasta la malnutrición en todas sus formas y el costo y la accesibilidad de una dieta saludable. Entre sus hallazgos destacados, se observa que la inseguridad alimentaria moderada o grave afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres y su incidencia tiende a aumentar a medida que disminuye la urbanización.
Analizando la región por subregiones, se destaca que Sudamérica experimentó reducciones en la prevalencia del hambre y de la inseguridad alimentaria moderada o grave entre 2021 y 2022. En contraste, Centroamérica y México mantuvieron la prevalencia del hambre y experimentaron un leve aumento en la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave. En el Caribe, ambas prevalencias aumentaron significativamente.
Los países con mayor prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en el período 2021-2022 son Haití (82.6%), Guatemala (59.8%), Honduras (56.1%), Jamaica (54.4%) y República Dominicana (52.1%). Estas cifras resaltan la urgente necesidad de abordar esta problemática en la región.
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No menos preocupante es la persistencia de la malnutrición en todas sus formas, que incluye el retraso en el crecimiento infantil, deficiencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad. Los organismos internacionales enfatizan que esta sigue siendo un desafío importante para la región.
Uno de los factores que contribuye a esta crisis es el aumento del costo de una dieta saludable en América Latina. Desde 2018, el costo de mantener una alimentación saludable se ha incrementado, alcanzando en 2021 su punto más alto en comparación con otras regiones del mundo, particularmente en el Caribe. Este incremento se ha visto agravado por la inflación regional en los precios de los alimentos, la cual fue provocada en parte por la pandemia de COVID-19. Además, las persistentes desigualdades, los niveles de pobreza, la crisis climática y los efectos del conflicto en Ucrania han impactado en la accesibilidad de una dieta saludable, lo que la hace inalcanzable para una cuarta parte de la población de la región, según revela el estudio.
Frente a este panorama desafiante, los organismos internacionales han hecho un llamado a la acción. En su declaración conjunta, instaron a «avanzar hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios», abogando por un enfoque integral y sistémico que involucre a múltiples sectores y que se coordine con el fortalecimiento de los sistemas de salud y de protección social.
Este llamado cobra especial relevancia en un momento crítico para la región, ya que nos encontramos a mitad del camino para alcanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Las metas establecidas en dicha agenda son ambiciosas y requieren un compromiso firme de parte de los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional.
En conclusión, América Latina y el Caribe enfrentan graves desafíos en su lucha contra el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición. A pesar de algunas mejoras en ciertos indicadores, las cifras aún superan los niveles anteriores a la pandemia, lo que es motivo de preocupación para los organismos internacionales. La inaccesibilidad de una dieta saludable para una parte significativa de la población es un problema que requiere una acción coordinada y multisectorial. Es fundamental que los gobiernos de la región, junto con la comunidad internacional, tomen medidas efectivas para abordar esta crisis y garantizar un futuro más saludable y sostenible para todos los habitantes de América Latina y el Caribe.
Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de lopezdoriga.com