Suramerica

Paraguay: Partido Colorado pone en riesgo su supremacía política

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Este domingo se llevan a cabo elecciones presidenciales en Paraguay, en las que están habilitados para votar 4,8 millones de ciudadanos.

Estos comicios se desarrollan en medio de una agria disputa interna en el Partido Colorado, el cual es el partido gobernante. Además, se enmarcan en un contexto de profundas carencias sociales y de una disputa entre dos candidatos, Santiago Peña y Efraín Alegre, quienes representan perfiles políticos y económicos muy diferentes.

Peña es un economista de corte ortodoxo, de 45 años, que pertenece al círculo más próximo al expresidente Horacio Cartes, enemistado con el actual mandatario, Mario Abdo.

El candidato de la Asociación Nacional Republicana (ANR) estuvo afiliado al opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) por años, según explicó por herencia familiar.

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Un documento filtrado por WikiLeaks mostró que, en 2010, el Departamento de Estado de EEUU consideraba que Cartes incurría en lavado de dinero del narcotráfico y el comercio ilegal de cigarrillos. En julio pasado, la acusación trascendió la mera filtración y Washington señaló oficialmente al expresidente por su participación en «corrupción significativa», le congeló los bienes y le prohibió el ingreso al país. Alegre, por su parte, es un abogado de 60 años que se presenta como quien podría retomar el rumbo trazado por el exobispo y expresidente Fernando Lugo (2008-2012).

Alegre fue ministro de Obras Públicas y Comunicaciones con Lugo y pertenece desde que era joven al tradicional PLRA, formación que, aliada al Partido Colorado, derrocó al exobispo de San Pedro por vía parlamentaria, mediante la utilización de una acusación amañada por una matanza en un enfrentamiento de policías con La fractura interna del Partido Colorado entre vertientes herederas del strossnerismo y la unidad opositora son las claves que permiten pensar en un escenario parecido al de 2008, cuando Lugo fue electo.

Ambas candidaturas encierran particularidades y, aunque algunas encuestas apuntan a un empate, otras atribuyen una ventaja considerable para Peña.

La disputa entre los diferentes candidatos y facciones políticas se da en el marco de un orden económico en el que hay un crecimiento sostenido del PIB, pero también profundas carencias sociales que necesitan ser atendidas.

Redacción DHH con información de eldiario.es