El gobierno de Colombia ha sido objeto de críticas y escrutinio después de difundir un video claramente manipulado que pretendía mejorar la imagen del presidente Gustavo Petro ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Esta revelación plantea cuestionamientos serios sobre la ética en la política y el uso de la información en la era digital.

09/23/2023. El video en cuestión, publicado por la Presidencia de Colombia, presenta una edición engañosa al incorporar los aplausos que recibió el discurso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, justo antes de que hablara Gustavo Petro. Esta maniobra tenía como objetivo aparentar que esos aplausos eran dirigidos al mandatario colombiano. Sin embargo, un análisis más detenido revela que la manipulación no pasa desapercibida.

AP hizo una revisión del video y verificó que fue alterado. La grabación difundida por la Presidencia de Colombia incorporó los aplausos que recibió el discurso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, momentos antes de que hablara Petro, para aparentar que iban dirigidos al mandatario colombiano.

La primera alerta sobre esta manipulación fue dada por el medio colombiano La Silla Vacía, que rápidamente puso en duda la autenticidad del video. La discrepancia entre el video difundido por el gobierno y las grabaciones originales, así como las imágenes captadas por el fotógrafo Richard Drew, deja en evidencia la falta de integridad en la presentación de los hechos.

Una de las claves que revelan la manipulación es el minuto 1:52:39 de la transmisión oficial, donde se escuchan los mismos aplausos que el gobierno colombiano atribuye a Petro, pero que en realidad ocurrieron después de que Biden concluyó su intervención. Este detalle cuestiona la veracidad de todo el video y plantea interrogantes acerca de la ética de aquellos que participaron en su creación y difusión.

Puedes leer: Colombia: coche bomba deja dos muertos – (dehablahispana.com)

Además, en el video editado se puede observar que tres hombres de la séptima fila se ponen de pie al mismo tiempo y que una mujer camina hacia el podio entre las butacas, una escena que también aparece en el video de la Presidencia de Colombia. Sin embargo, la fotografía de Richard Drew muestra claramente que en la séptima fila solo había personas sentadas en tres de los 12 lugares, lo que refuerza las acusaciones de manipulación.

El momento en el que Gustavo Petro subió al estrado también fue polémico, ya que el estruendo y la falta de orden en la Asamblea General eran notorios. El presidente de la Asamblea, el embajador de Trinidad y Tobago, Denis Francis, tuvo que intervenir para solicitar orden y atención para el discurso del colombiano. Este caos no se refleja en el video editado, lo que plantea dudas adicionales sobre la representación fiel de los hechos.

La Asamblea General de las Naciones Unidas es una reunión anual de suma importancia, donde presidentes, primeros ministros, monarcas y otros líderes de alto nivel de los países miembros expresan sus posturas sobre el mundo. En este contexto, la integridad y la veracidad de la información son esenciales, ya que las decisiones y percepciones globales pueden estar influenciadas por lo que se presenta en estos discursos.

La manipulación de este video por parte del gobierno de Colombia no solo es una afrenta a la verdad y la ética en la política, sino que también socava la credibilidad del país en la arena internacional. En un mundo cada vez más interconectado y vigilante, las acciones de los gobiernos están sujetas a un escrutinio constante, y este incidente refuerza la necesidad de transparencia y honestidad en la comunicación oficial.

La respuesta a esta controversia será crucial para el futuro de la política colombiana y la percepción global del país. Se espera que se realicen investigaciones exhaustivas para determinar quiénes estuvieron involucrados en la manipulación del video y cuáles fueron sus motivaciones. Además, es esencial que el gobierno colombiano emita una disculpa pública y tome medidas concretas para garantizar que este tipo de acciones engañosas no se repitan en el futuro.

En última instancia, el caso del video manipulado de Gustavo Petro en la ONU debería servir como un recordatorio de la importancia de la integridad en la política y la necesidad de mantener altos estándares éticos en todas las acciones gubernamentales. La confianza de la ciudadanía y la comunidad internacional depende de ello, y cualquier desviación de estos principios socava la democracia y la legitimidad de las instituciones.

Redacción DHH sobre información pública de diariolasamericas.com