RSF: La libertad de prensa, en su peor momento por falta de economía de los medios
Las dificultades para lograr estabilidad pone en peligro su supervivencia y amenaza la integridad del periodismo. EE. UU. se agravó con Trump, Argentina bajó 21 puestos y Nicaragua es el peor país para la prensa en el continente.

05/02/2025. La libertad de prensa en todo el mundo vive su peor momento desde que Reporteros sin Fronteras (RSF) empezó a elaborar su índice en 2002 debido a la mala situación económica de los medios, que pone en peligro su supervivencia y amenaza la integridad de su trabajo.
En su informe anual sobre la libertad de prensa publicado este viernes, RSF alerta de que «por primera vez en la historia del ranking», «la situación de la libertad de prensa se vuelve ‘difícil’ a nivel mundial».
Los medios de comunicación «se encuentran atrapados entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera», añade.
«La mitad de los países evaluados tiene malas condiciones para el ejercicio del periodismo y tan solo un país de cada cuatro tiene una buena situación», explica a EFE Elena G. Viscasillas, portavoz de RSF en su sede de París.
La organización recalca que esta coyuntura ha dañado aún más una situación de los medios «ya de por sí maltrecha» por un mercado publicitario controlado por Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft, que en 2024 captaron ingresos publicitarios en sus plataformas sociales «mayoritariamente no reguladas» por 247.300 millones de dólares, un 14 % más que en 2023.
«Sin independencia económica, no hay prensa libre. Cuando los medios de comunicación son económicamente frágiles, se ven arrastrados a la carrera por la audiencia a costa de la calidad y pueden convertirse en presa de oligarcas o de responsables políticos que los instrumentalizan», señala en el documento Anne Bocandé, directora editorial de RSF.
Estados Unidos, líder de la depresión económica que amenaza la supervivencia del periodismo mundial
RSF apunta a EE. UU. como el país «líder de la depresión económica» en los medios y le coloca en el puesto 57 del índice (pierde dos respecto a 2024 y 12 desde 2023), en primer lugar porque algunas zonas se han convertido en «desiertos informativos» por el cierre de medios.
Además, señala que el segundo mandato de Donald Trump «ha agravado esta situación» a nivel global, con el cese de la financiación de medios como Voice of America o Radio Free Europe, lo que ha privado «de la noche a la mañana» a más de 400 millones de personas de todo el mundo de acceso a una información fiable.
La congelación de fondos de Usaid también ha afectado a cientos de medios, algunos de los cuales ya están cerrando, como en Ucrania, donde el 90 % de los medios depende de donaciones extranjeras.
RSF denuncia que en 46 países la propiedad de los medios está muy concentrada en manos privadas o del Estado.
Recalca que esa hiperconcentración de los medios es «motivo de preocupación en países bien posicionados», como Finlandia (5), Canadá (21) o Australia (29).
En Francia (25, cuatro puestos menos en un año), ocho grandes fortunas poseen una veintena de cabeceras que totalizan el 81 % de la difusión de los diarios nacionales y el 95 % de la de los semanarios nacionales.
La clasificación anual está encabezada por noveno año consecutivo por Noruega, el único país con una situación «buena» en los cinco indicadores que componen la clasificación.

Le siguen Estonia, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Irlanda. Los quince primeros países son europeos, y en el puesto 16 aparece Nueva Zelanda.
España figura en el puesto 23, con lo que mejora siete posiciones respecto al año pasado.
La última posición vuelve a ser para Eritrea (180) y justo por encima figuran Corea del Norte, China (cae seis puestos), Siria, Irán y Afganistán.
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Sin independencia económica, no hay prensa libre. Cuando los medios de comunicación son económicamente frágiles, se ven arrastrados a la carrera por la audiencia a costa de la calidad y pueden convertirse en presa de oligarcas o de responsables políticos que los instrumentalizan«
En 42 países, que suman el 56,7 % de la población mundial, la situación de la libertad de prensa es «muy grave», avisa RSF.
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Europa Occidental es la mejor región para la prensa
Por regiones, los cambios en la lista muestran cómo se amplía cada vez más la brecha entre Europa Occidental y el resto de zonas, incluso Europa Oriental.

Rusia pierde 9 puestos y se sitúa en el 171, con lo que entra en los diez peores. «Los medios están controlados por el Estado o por oligarcas cercanos al Kremlin», indica RSF.
¿Cómo le fue a América Latina?
En América, 22 de los 26 países han visto un deterioro del indicador de salud económica de los medios.
Argentina prosigue su caída en la calificación hasta el puesto 87 (cae 47 posiciones en dos años). El país peor situado del continente es Nicaragua (172), donde el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo «ha erradicado la prensa independiente», destaca Reporteros.
Colombia, por su parte, ocupa la posición 115 del total de 180 países en el ránking. Esto representa un aumento de cuatro puestos en comparación al informe de RSF 2024, cuando el país ocupó la posición 119.
A pesar de la leve mejoría, el informe advierte que «Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos del continente para los periodistas».
«La cobertura de temas como el medio ambiente, el conflicto armado, la corrupción o la connivencia entre políticos, empresas del sector privado, grupos armados ilegales y delincuencia organizada provoca acoso, intimidación y violencia sistemáticos», advierte.
Según RSF, el país muestra de una actitud «ambivalente» del Gobierno, que por una parte «apoya a un panorama mediático plural» mientras que el presidente Gustavo Petro mantiene un «discurso frontal» contra los grandes medios, en un contexto de persistentes amenazas a la seguridad de los periodistas».
Cuba ocupa el 165, Venezuela el 160 y Honduras el 142. México figura en el puesto 124. El país latinoamericano mejor situado es Costa Rica (36), que aún así cae diez posiciones. Brasil figura en el 63, con lo que recupera 47 posiciones en dos años tras la salida del poder de Jair Bolsonaro.
El mapa del informe, que como es habitual colorea a los países en función de la situación de su libertad de prensa, evidencia cómo el color oscuro se ha extendido considerablemente desde el año pasado en una amplia zona que comienza en el este de África y se extiende por Rusia y prácticamente todo Oriente Medio y Asia.
Con información de efe.com