El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de submarinos nucleares estadounidenses frente a las costas de Rusia, justificando la maniobra con una frase que ya genera controversia: “nos amenazó un poco”.
09/30/2025. La declaración, breve pero cargada de implicaciones, se refiere a una supuesta advertencia por parte del gobierno ruso. En respuesta, Trump activó una de las cartas más intimidantes del arsenal estadounidense: los submarinos nucleares, capaces de lanzar misiles balísticos desde las profundidades del océano.
“Fue una amenaza leve, pero suficiente”, afirmó Trump, dejando entrever que incluso gestos menores pueden desencadenar reacciones de alto calibre cuando se trata de seguridad nacional.
Este movimiento no solo reaviva las tensiones entre Washington y Moscú, sino que también plantea interrogantes sobre el uso del poder militar como herramienta de comunicación política. ¿Es esta una estrategia de disuasión o una demostración de fuerza innecesaria?
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Mientras los submarinos se deslizan silenciosamente por aguas internacionales, el mundo observa con atención. La diplomacia parece haber cedido terreno ante una narrativa donde las amenazas, aunque “poco graves”, se enfrentan con armamento capaz de alterar el equilibrio global.
Redacción DHH sobre lectura de agencias.
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