El despliegue de armas y amenaza nuclear por parte de Rusia en Bielorrusia ha provocado una escalada del conflicto y la preocupación de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU).

El alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha declarado en una entrevista que este despliegue es una muestra más de la colaboración entre Bielorrusia y Rusia, y aumenta la dependencia del régimen bielorruso de Moscú. Borrell ha defendido mantener las sanciones al régimen bielorruso y apoyar a la oposición, a la que considera clave en la lucha contra el régimen dictatorial.

Además, ha denunciado la celebración de elecciones fraudulentas en Bielorrusia, que han dejado más de 1.500 prisioneros políticos. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado un acuerdo con Bielorrusia para el despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio. Aunque el presidente ruso ha afirmado que este despliegue no viola los pactos nucleares existentes, ha provocado la preocupación de la comunidad internacional.

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El Gobierno de Estados Unidos ha declarado que no tiene indicios de que Rusia esté preparando un arma nuclear, pero seguirá vigilando las implicaciones de este plan anunciado por Putin. Mientras tanto, Bielorrusia ya cuenta con misiles tácticos con capacidad de portar ojivas nucleares, y Rusia dispone de aviones de combate con capacidad nuclear desplegados en territorio bielorruso.

La comunidad internacional teme que este despliegue de armamento nuclear táctico aumente la tensión en la región y suponga una amenaza para la seguridad global. Es necesario que se tomen medidas para evitar una escalada del conflicto y garantizar la estabilidad en la zona.

DHH.