El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, hizo declaraciones contundentes el sábado durante una rueda de prensa en Nueva York, afirmando que Rusia está dispuesta a volver a la mesa de negociaciones con Ucrania, pero rechazará cualquier propuesta relacionada con un alto el fuego. Estas declaraciones se produjeron en medio de la creciente preocupación internacional sobre el conflicto en Ucrania y los esfuerzos por lograr una solución pacífica.

09/23/2023. Lavrov subrayó que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha dejado claro que Rusia está dispuesta a negociar. Sin embargo, hizo hincapié en que no considerarán ninguna propuesta relacionada con un alto el fuego, ya que sienten que fueron engañados en el pasado cuando aceptaron una tregua. Recordó que hubo reuniones entre las delegaciones rusa y ucraniana en abril del año anterior, pero acusó a Kiev de buscar una extensión del conflicto militar para agotar a Rusia.

El ministro también señaló a Estados Unidos y a las naciones occidentales por prolongar la guerra al negarse a considerar cualquier propuesta de paz que no se ajuste a la postura oficial defendida por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Esta postura incluye la retirada completa de las fuerzas rusas del territorio ucraniano y la «restauración total» de la soberanía de Ucrania. Lavrov argumentó que esta propuesta no es factible y cuestionó si las negociaciones deberían llevarse a cabo en el campo de batalla si no se llega a un acuerdo.

La negativa de Rusia a considerar un alto el fuego y su insistencia en seguir combatiendo plantean desafíos significativos para cualquier intento de poner fin al conflicto en Ucrania. La comunidad internacional ha expresado repetidamente su preocupación por la escalada del conflicto y ha instado a todas las partes a buscar una solución pacífica a través del diálogo y las negociaciones.

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Dificultades en el «acuerdo del grano»

Además de las declaraciones sobre el conflicto en Ucrania, Lavrov también abordó otro tema importante en la Asamblea General de la ONU: el «acuerdo del grano». Este acuerdo tiene como objetivo facilitar la exportación de cereales rusos y ucranianos, junto con fertilizantes rusos, a través de un corredor seguro en el mar Negro. Sin embargo, Rusia no ha renovado este acuerdo, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional.

Lavrov mencionó las propuestas del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para reactivar el acuerdo, que incluyen facilitar las transacciones financieras rusas a través de una filial del Banco Agrícola Ruso en Luxemburgo. Sin embargo, el ministro ruso expresó escepticismo sobre estas propuestas, afirmando que «no funcionarían». Añadió que la filial de Luxemburgo propuesta por Guterres ni siquiera ha recibido un permiso bancario para operar.

La falta de progreso en el «acuerdo del grano» plantea desafíos económicos significativos para ambos países, así como para el suministro de alimentos y fertilizantes a nivel internacional. La comunidad internacional está observando de cerca los desarrollos en este acuerdo y busca una resolución que beneficie a todas las partes involucradas.

Acusaciones contra Washington y la OTAN

En su comparecencia en la ONU, Lavrov dedicó una parte significativa de su discurso a acusar a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN de buscar mantener el «statu quo» en el mundo debido a su temor a un «nuevo orden mundial» en el que los países del sur global tengan una mayor participación. Esta ha sido una postura recurrente de la delegación rusa en la ONU desde el inicio de la invasión en Ucrania.

Estas acusaciones reflejan las tensiones geopolíticas y las rivalidades globales que persisten en el escenario internacional. Rusia ha expresado su desconfianza hacia las acciones de Occidente y su preocupación por el cambio en el equilibrio de poder en el mundo.

En resumen, las declaraciones de Lavrov destacan la disposición de Rusia a participar en negociaciones sobre el conflicto en Ucrania, pero su firme rechazo a un alto el fuego. Además, las dificultades en el «acuerdo del grano» y las acusaciones de Lavrov contra Estados Unidos y la OTAN subrayan las complejas dinámicas en juego en el escenario internacional actual. La comunidad internacional continúa buscando formas de avanzar hacia una solución pacífica en Ucrania y abordar los desafíos económicos y geopolíticos que enfrenta.

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