El investigador neerlandés Frank Hoogerbeets predijo el fenómeno apenas tres días antes de que ocurra el desastre: “Tarde o temprano habrá un terremoto de magnitud 7,5 en esta región (centro-sur de Turquía, Jordania, Siria, Líbano)”.

Hoogerbeets, trabajador del Solar System Geometry Survey (SSGS), adjuntó junto con la predicción un mapa que tenía un punto rojo ubicado en Turquía como la zona más afectada en caso de un futuro sismo.

Mientras Europa, Estados Unidos y China envían ayuda internacional para encontrar sobrevivientes debajo de los escombros, el investigador se lamenta las muertes: “Mi corazón está con todos los afectados por el gran terremoto en el centro de Turquía. Como dije anteriormente, tarde o temprano esto iba a suceder en esta región”.

«Como dije anteriormente, tarde o temprano esto sucedería en esta región, similar a los años 115 y 526. Estos terremotos siempre están precedidos por una geometría planetaria crítica, como lo tuvimos el 4 y 5 de febrero», agregó.

El especialista explicó que estos fenómenos “siempre están precedidos por una geometría planetaria crítica, como lo tuvimos el 4 y 5 de febrero”. Además, prendió las alarmas y habló sobre una posible actividad sísmica “adicional” en el centro de Turquía y también en las regiones cercanas: “Las réplicas suelen continuar durante un tiempo después de un gran terremoto”.