En un discurso improvisado por fallas en el teleprompter, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió a la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas con un mensaje contundente. Afirmó que, tras seis años desde su última intervención, el mundo ha pasado de la paz a la crisis y que su administración está revirtiendo el «desastre» heredado. Trump destacó lo que describió como el renacimiento económico de su país, una política de inmigración de «cero» ingresos ilegales y su rol personal en la resolución de siete conflictos internacionales.

09/23/2025. Durante su alocución, el mandatario no escatimó críticas hacia la propia ONU, la administración anterior de Joe Biden, las políticas de «energía verde» y la migración descontrolada en Europa. Presentó a Estados Unidos como un líder renovado en el escenario mundial, con una economía en auge y un ejército fortalecido. «Hoy, a solo ocho meses de mi administración, somos el país más candente en cualquier parte del mundo, y no hay otro país ni siquiera cerca», declaró Trump.
Una economía «más grande y mejor que nunca»
El presidente dedicó una parte significativa de su discurso a la economía estadounidense, asegurando haber revertido la «calamidad económica» que heredó, incluyendo la inflación récord. Bajo su liderazgo, afirmó, los costos de la energía, la gasolina, los alimentos y las tasas hipotecarias han bajado, mientras que el mercado de valores ha alcanzado máximos históricos 48 veces en un corto período. Según Trump, su gobierno ha asegurado compromisos de inversión por más de $17 billones de dólares, en contraste con menos de $1 billón durante los cuatro años de la administración Biden.
Atribuyó este auge a los «mayores recortes de impuestos y de regulaciones en la historia estadounidense», lo que convierte a EE.UU. nuevamente en el mejor país para hacer negocios. Sostuvo que su primer mandato construyó «la mayor economía en la historia del mundo» y que ahora está «haciendo lo mismo de nuevo, pero esta vez es mucho más grande y mejor».
Fronteras cerradas y mano dura contra el terrorismo
Uno de los ejes centrales de su intervención fue la política migratoria. Trump aseguró haber repelido una «invasión colosal» en la frontera sur, logrando que el número de ingresos ilegales sea «cero» por cuatro meses consecutivos. «Nuestro mensaje es muy simple: si vienes ilegalmente a Estados Unidos, irás a la cárcel o volverás a tu lugar de origen», sentenció. Criticó duramente a las Naciones Unidas por, según él, financiar la migración ilegal hacia países occidentales, proporcionando dinero, transporte y tarjetas de débito a los migrantes. Además, alertó a las naciones europeas sobre el peligro de ser «destruidas» por la inmigración y las políticas de «energía verde», instándolas a defender su soberanía.
En el ámbito internacional, Trump mencionó su papel en la resolución de siete guerras «interminables» en regiones como Camboya y Tailandia, Kosovo y Serbia, e incluso entre Israel e Irán. Cuestionó la utilidad de la ONU al afirmar que la organización «ni siquiera intentó ayudar» en ninguna de estas negociaciones. En cuanto a Medio Oriente, habló sobre la necesidad de detener la guerra en Gaza, liberar a todos los rehenes y negociar la paz de inmediato. Respecto a Irán, reveló que su administración ejecutó la «Operación Martillo de Medianoche», un ataque que obliteró las instalaciones nucleares clave del país.
El «engaño verde» y la defensa de la energía tradicional
El presidente Trump lanzó un ataque frontal contra las políticas ambientales globales, calificando el cambio climático como «la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo». Argumentó que las predicciones catastrofistas de la ONU sobre el calentamiento global han resultado ser erróneas y han costado fortunas a los países. Describió la «agenda de energía verde» como un camino hacia la bancarrota y un «fraude» que destruye a los países, citando a Alemania como un ejemplo que revirtió estas políticas para evitar el colapso.
Defendió enérgicamente las fuentes de energía tradicionales como el petróleo, el gas y el «carbón limpio y hermoso». Aseguró que las energías renovables, como la eólica, son una «broma», demasiado caras e ineficientes. Por ello, retiró a Estados Unidos del «falso Acuerdo Climático de París», que describió como otra estafa en la que su país pagaba de manera desproporcionada. En su cierre, instó a los líderes mundiales a defender sus fronteras, utilizar fuentes de energía tradicionales y preservar sus culturas y soberanía para que sus naciones «vuelvan a ser grandes».
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
Más historias
OMS: el paracetamol sigue siendo seguro durante el embarazo
EE.UU. le explota el dolor de cabeza con el tema Tylenol, y Trump dice que en Cuba no lo toman y no hay autismo
EE.UU. forja un polémico marco legal para intervenir militarmente contra cárteles en América Latina