Dinamita cinematográfica: El Thriller de Netflix que hizo declarar al Pentágono, la geopolítica y la fragilidad humana

Comparte!!!

La película Una casa llena de dinamita ha provocado una intensa polarización de opiniones. Por un lado, el Pentágono la ha tildado de «inexacta» por cuestionar la efectividad de la defensa antimisiles de EE. UU., mientras que la directora Kathryn Bigelow y el guionista Noah Oppenheim sostienen su veracidad basada en el consenso de expertos externos. Paralelamente, la crítica especializada y los analistas geopolíticos, como Manuel Cruz, han debatido entre su valor como reflexión humana y su fracaso como ciencia ficción creíble.

10/31/2025. Desde su estreno en Netflix el pasado 10 de octubre, el nuevo thriller de Kathryn Bigelow, Una casa llena de dinamita, ha escalado hasta el primer puesto de popularidad en Estados Unidos y España. El filme plantea un escenario hipotético, pero extremadamente realista, de un ataque con misiles en territorio estadounidense, específicamente Chicago. Sin embargo, el éxito de la película ha sido opacado por la controversia que ha encendido a las más altas esferas de Washington.

La fricción entre Hollywood y el Departamento de Defensa

El principal punto de conflicto reside en la representación que hace la película del sistema de defensa de misiles estadounidense. Según el memorando interno obtenido por Bloomberg el 25 de octubre, la Agencia de Defensa de Misiles critica que la efectividad del sistema se muestre con una eficacia del 61%, descrita en el filme como «una maldita moneda al aire».

La agencia, que forma parte del Departamento de Defensa (DoD), sostuvo que sus interceptores han demostrado una «tasa de precisión del 100 %» en pruebas realizadas durante la última década. A pesar de esta afirmación, el mismo documento interno matiza la postura al admitir que «la disuasión puede fallar», lo cual subraya la necesidad de un sistema de defensa activo. El origen de la incomodidad del Departamento de Defensa resulta evidente: la película pone en tela de juicio su capacidad para proteger el territorio nacional.

En respuesta, Bigelow y el guionista Noah Oppenheim defendieron vehementemente la precisión de su trabajo. En lugar de colaborar con el Pentágono, los cineastas se apoyaron en un amplio abanico de expertos —incluyendo senadores, periodistas y físicos— para validar su guion. Oppenheim declaró que el debate no era entre los cineastas y el Pentágono, sino entre el Pentágono y la «comunidad más amplia de expertos en la materia», quienes coinciden en que el sistema de defensa antimisiles es «muy imperfecto». La directora Bigelow enfatizó que la consulta con asesores técnicos «extraordinarios» fue la «mejor decisión posible», pues les permitió mantener la independencia editorial.

El geopolítico Manuel Cruz: «¡Esa película es una basura!»

El analista geopolítico Manuel Cruz ha expresado un rechazo absoluto hacia la producción, calificándola de «una basura de película». Cruz sostiene que la película no es otra cosa que «ciencia ficción que no llega ni a basura» para cualquiera que entienda de estrategia o tecnología militar del siglo XXI.

El experto argumenta que el cine ha servido históricamente como un instrumento fundamental del poder blando para proyectar el poderío militar y la cultura de los estados. Sin embargo, según Cruz, Una casa llena de dinamita presenta escenarios imposibles en la lógica elemental. Entre sus principales objeciones, destaca que es impensable que un conflicto inicie con un «bombazo nuclear», ya que las armas nucleares solo garantizan la «destrucción mutua asegurada». Además, criticó que el filme muestre un ataque nuclear sin que Estados Unidos esté en guerra con nadie, y que se subestime la inteligencia global al plantear que EE. UU. no sabría el origen ni la trayectoria de un misil. A su juicio, la película «ridiculiza el sistema antiaéreo de defensa de Estados Unidos».

El contrapunto: ¿Éxito narrativo o fracaso artístico?

A pesar de las críticas geopolíticas, la película ha sido bien recibida por la crítica general, con un 78 % de valoración en Rotten Tomatoes. Sin embargo, la opinión cinematográfica está dividida.

El portal SensaCine México otorgó a la película una calificación de 2,5/5, señalando que, si bien la premisa es «impactante», «no termina de explotar». La crítica aplaudió el ritmo rápido y la tensión quirúrgica de los primeros minutos, que construyen un clima de pánico y urgencia. La interpretación de Rebecca Ferguson fue señalada como un punto alto, pues su personaje equilibra la frialdad profesional con la angustia maternal, encontrando en ella el «lado humano» de la película.

Sin embargo, para SensaCine, la narrativa pierde fuerza en su segunda parte al volverse «bastante repetitiva» al contar los mismos eventos desde múltiples puntos de vista. Además, el cierre abierto y casi filosófico del filme, que evita mostrar el resultado del ataque, resultó frustrante y generó una «sensación de vacío». Si bien la directora busca una reflexión sobre la «incertidumbre del poder» y la película es «intensa y necesaria» al abrir un debate sobre la fragilidad humana, el impacto emocional se diluye.

Puedes leer: Feria Internacional del Libro Venezuela 2025 mostró más de 1.200 títulos

No obstante, esta exploración del «lado humano» es precisamente el valor que otros analistas le encuentran. En el debate de Manuel Cruz, se argumentó que la fortaleza del filme reside en cómo expone la respuesta y el lado emocional de quienes están al mando durante una crisis existencial. Esto incluye la reacción del jefe de defensa (el jefe del Pentágono en la ficción) y la coronela que dirige la sala de crisis. Es este enfoque en la respuesta personal ante la devastación inminente lo que ha logrado que tanta gente se sienta afectada por la película.

Redacción Elena Calzadilla para DHH.

 - 
Arabic
 - 
ar
Bengali
 - 
bn
German
 - 
de
English
 - 
en
French
 - 
fr
Hindi
 - 
hi
Indonesian
 - 
id
Portuguese
 - 
pt
Russian
 - 
ru
Spanish
 - 
es