Este domingo, la atención del gobierno de Luis Lacalle Pou de Uruguay se encuentra centrada en Argentina, donde se llevan a cabo elecciones que si bien no determinan el curso del país vecino para los próximos cuatro años, sí arrojarán luz sobre el panorama electoral de cara a la contienda final de octubre. Esta cita electoral reviste un doble impacto para el Ejecutivo uruguayo, tanto en el ámbito político como en el económico.

08/13/2023. Desde el punto de vista político, las elecciones argentinas acontecen un año antes de las elecciones generales en Uruguay, generando un inesperado clima electoral en la nación vecina. Por otro lado, desde una perspectiva económica, Uruguay se ve directamente afectado por la coyuntura económica en Argentina, marcada por sus desafíos y desvaríos.

A pesar de la postura defendida por Luis Lacalle Pou durante su mandato, en la que sostiene que las relaciones entre gobiernos no deben depender de la afinidad ideológica, es innegable la buena sintonía que ha mantenido con los precandidatos que representan el espacio de Juntos por el Cambio (JxC) en Argentina. Los encuentros con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, figuras claves de JxC, han reforzado esta conexión, destacando a Uruguay como un faro de institucionalidad y respeto a la actividad privada en el imaginario de la derecha argentina.

La relación con el candidato oficialista, el ministro de Economía Sergio Massa, ha sido tensa y marcada por constantes desacuerdos. Massa ha cuestionado las condiciones fiscales de Uruguay y su supuesta vinculación con prácticas financieras cuestionables. Este enfrentamiento se evidenció en el cruce entre ambos líderes, en el que Massa menospreció a Uruguay y Lacalle Pou respondió enérgicamente.

Las elecciones argentinas no solo afectarán las relaciones diplomáticas y políticas entre los países vecinos, sino que también tienen un impacto electoral en Uruguay. De manera similar a lo ocurrido en Brasil con el triunfo de Lula da Silva, la definición de las elecciones argentinas influirá en la carrera proselitista uruguaya. La victoria del peronismo moderado mantendría la ilusión de una Latinoamérica afín dentro del Frente Amplio (FA), mientras que el triunfo de la derecha en Argentina podría intensificar la lucha interna dentro del oficialismo uruguayo.

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No obstante, el efecto más inmediato y pronunciado de las elecciones argentinas se sentirá en el ámbito económico. La brecha cambiaria entre las monedas de ambos países ha resultado en diferencias de precios notables en la región fronteriza y un déficit turístico significativo. El Banco Central de Uruguay monitorea esta situación mientras que la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, reconoce la diferencia cambiaria como uno de los principales desafíos.

El vínculo económico entre Argentina y Uruguay es estrecho, ya que gran parte del crecimiento del consumo uruguayo previsto para este año dependerá de Argentina. La devaluación del peso argentino y sus desequilibrios macroeconómicos tienen consecuencias directas en Uruguay, impactando en la recaudación fiscal y generando preocupaciones sobre su sostenibilidad a largo plazo.

En última instancia, la administración del deterioro económico en Argentina y sus implicaciones para Uruguay serán un desafío que el próximo gobierno argentino deberá enfrentar. Las elecciones en Argentina no solo determinarán la dirección del país vecino, sino que también esclarecerán el camino que Uruguay deberá transitar en términos económicos y políticos en los próximos años.

Redacción dehablahispana con informacion publica de ambito.com

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