El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió a puerta cerrada el viernes sobre la disputa entre los vecinos sudamericanos Venezuela y Guyana por una disputada región rica en petróleo.

12-08-2023. Los delegados abandonaron la reunión, que tuvo lugar a petición de Guyana, con rosas ofrecidas por Ecuador, que preside el Consejo este mes. Ninguno hizo declaraciones a los periodistas.

Guyana dice que la medida de Caracas en la región del Esequibo, rica en petróleo, disputada durante más de un siglo, «amenaza la paz y la seguridad internacionales».

Los líderes mundiales llamaron a la calma mientras Venezuela condenó los ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Guyana como una «provocación» y prometió seguir adelante con la «recuperación» de la región, que ambos vecinos reclaman como propia.

Los temores de que el conflicto estalle se han profundizado después de que el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro celebrara un controvertido referéndum el domingo sobre el destino del Esequibo.

La región ha sido administrada por Guyana durante más de un siglo y es objeto de litigios fronterizos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.

Constituye alrededor de dos tercios del territorio guyanés y es el hogar de 125.000 de los 800.000 ciudadanos del país, pero también es reclamado por Venezuela.

La controversia se ha cocinado a fuego lento desde 2015, cuando el gigante petrolero estadounidense ExxonMobil, que opera bajo licencias de Guyana, descubrió vastas reservas de petróleo en el área.

«Guyana y ExxonMobil tendrán que sentarse con nosotros cara a cara más temprano que tarde», dijo Maduro el viernes durante una ceremonia frente al palacio presidencial de Miraflores, donde mostró un mapa de Venezuela que incluía al Esequibo como territorio oficial.

Washington provocó una airada respuesta de Caracas el jueves al anunciar a través de la embajada en Georgetown que llevaría a cabo «operaciones de vuelo conjuntas dentro de Guyana» como parte de «compromisos y operaciones de rutina para mejorar la asociación de seguridad» con su aliado.

«Esta desafortunada provocación de Estados Unidos a favor (…) de ExxonMobil en Guyana es otro paso en la dirección equivocada», dijo el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, en X, antes Twitter.

En respuesta, el vicepresidente guyanés, Bharrat Jagdeo, dijo que Venezuela «no va a tener éxito, ni ahora ni nunca» en tomar la región.

«Cada movimiento que hacen los venezolanos, particularmente en la proximidad de nuestras fronteras, es rastreado, cada uno de ellos», dijo.

En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó el jueves su «creciente preocupación» por las tensiones en la frontera norte de su país.

Lula dijo en una cumbre del bloque sudamericano Mercosur: «Si hay algo que no queremos aquí en Sudamérica, es la guerra».

El ejército brasileño dijo el miércoles que estaba reforzando su presencia en dos ciudades del norte.

El secretario de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, también advirtió a Venezuela que no tome «medidas unilaterales» en la disputa. Guyana es una antigua colonia de habla inglesa de Gran Bretaña y los Países Bajos.

Rusia, un aliado cercano de Maduro de Venezuela, sumó su voz el viernes, instando a una «solución pacífica».

«Pedimos a las partes que se abstengan de cualquier acción que pueda desequilibrar la situación y causar daños mutuos», dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.

Guyana insiste en que la frontera del Esequibo fue determinada por un panel de arbitraje en 1899.

Pero Venezuela afirma que el río Esequibo, al este de la región, forma una frontera natural reconocida desde 1777.

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En el plebiscito del domingo se preguntó a los electores si se debía otorgar la ciudadanía a los anglófonos de un nuevo «Estado Esequiba Guayanés» y «en consecuencia incorporar dicho Estado en el mapa del territorio venezolano».

Las autoridades en Caracas dijeron que el 95 por ciento de los votantes apoyaban las medidas.

Los analistas dicen que el referéndum y el aumento de la retórica nacionalista es un intento de distraer la atención antes de las elecciones de 2024, cuando Maduro buscará un nuevo mandato en medio de la crisis económica y la disminución de la producción petrolera en el país.

«Fue como una especie de globo de ensayo de cara a las elecciones presidenciales» para medir la «capacidad de movilización y tratar de afinar su estrategia para 2024», dijo Mariano de Alba, asesor del International Crisis Group.

Dos días después de la votación, Maduro propuso un proyecto de ley para crear una provincia venezolana en el Esequibo y ordenó a la petrolera estatal que emitiera licencias para extraer crudo en la región.

Con información de newsguyana.com