El debate sobre la intervención internacional en Venezuela revela una profunda tensión entre los principios del derecho internacional y las realidades geopolíticas actuales. Expertos señalan que, conceptualmente, el intervencionismo en el orden internacional no es una facultad que vaya más allá de las medidas de extorsion que los estados poseen dentro del marco de la responsabilidad internacional.

09/05/2025. Este enfoque choca directamente con dos elementos fundamentales: el concepto de soberanía de los estados, impulsado por Bodín, y el principio de la autodeterminación. Aunque la autodeterminación es un concepto abordado en ciertas resoluciones de la ONU y respaldado por algunas sentencias de la Corte Internacional de Justicia, no goza de una aceptación universal plena.
El concepto de Bodin
Jean Bodin, jurista francés del siglo XVI, fue uno de los primeros en dar forma al concepto moderno de soberanía, entendida como el poder absoluto y perpetuo de un Estado sobre su territorio y su gente, sin estar sometido a ninguna autoridad externa. En su tiempo, esa idea estaba dirigida a consolidar el poder de los reyes frente a otros señores feudales o instituciones rivales. Sin embargo, con el paso de los siglos, su planteamiento se transformó en un principio fundamental del derecho internacional contemporáneo.
Hoy, la noción de Bodin se aplica directamente al derecho de autodeterminación de los pueblos, es decir, la facultad de cada nación de decidir libremente su propio rumbo político, económico y social, sin que otra potencia pueda intervenir o imponer su voluntad. En el caso de América, esta idea ha sido clave: pese a que muchos países enfrentan conflictos internos, divisiones políticas o crisis sociales, la soberanía se reconoce como un muro legal y político contra cualquier intento de invasión extranjera.
En otras palabras, la teoría de Bodin sigue viva: es la base que sostiene que, aun con sus problemas internos, cada Estado es dueño de su destino, y ningún otro país tiene legitimidad para ocuparlo o gobernarlo.
El contexto en Venezuela
En este contexto, la autodeterminación de Venezuela se postula como la única vía. El escenario actual de la sociedad internacional dictaría que el Consejo de Seguridad de la ONU actuara, pero esto encuentra un importante «tranque» debido al veto de China y Rusia. Por lo tanto, cualquier argumento que intente ir en contra de la tendencia de la autodeterminación no podrá ser legítimo por quien lo promueva.
Frente a esta situación, se observa la búsqueda de argumentos alternativos. La mención del cartel del narcotráfico es descrita como un recurso se utilizaría para justificar un comportamiento por parte de los Estados Unidos como estado de interés en la situación de Venezuela.
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En consecuencia, no es posible establecer una actuación directa mediante una sanción en el orden internacional. Lo que ha venido ocurriendo son principalmente medidas de retorsión y medidas inamistosas, adoptadas de manera unilateral por un estado frente a otro. Conceptualmente, no existe otro debate al respecto.
En resumen, la situación de Venezuela se enmarca en un dilema donde la soberanía y la autodeterminación son pilares, mientras que los intentos de intervención se ven limitados por el derecho internacional y los bloqueos en organismos como el Consejo de Seguridad de la ONU. Las acciones observadas son, en su mayoría, unilaterales y no responden a un marco de sanciones internacionales directas.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
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