El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, anunció el cierre total de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas con Haití en medio de una creciente controversia relacionada con la construcción de un canal en el río Masacre que separa ambas naciones.

09/17/2023. En un discurso televisado el domingo, Abinader justificó estas medidas y expresó su preocupación por la seguridad de los recursos hídricos y el medio ambiente, mientras que al mismo tiempo acusaba a Haití de violar un tratado bilateral histórico.

El cierre de las fronteras, que comenzó el viernes, ha aumentado las tensiones entre las dos naciones vecinas. El presidente Abinader dejó claro que estas medidas se mantendrán hasta que se suspenda la construcción del canal, una obra planeada para utilizar agua del río Masacre con el objetivo de mitigar la sequía en la planicie de Maribaroux, en Haití. Aunque Abinader afirmó que su gobierno no buscaba la confrontación, resaltó la necesidad de proteger los intereses de República Dominicana en medio de la inseguridad que ha afectado a Haití debido a la violencia de pandillas.

«Nosotros no deseamos ni buscamos una confrontación, pero sí estamos enfrentando a los incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití y que, por sus intereses particulares, ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de nuestros recursos hídricos», declaró Abinader durante su discurso.

Uno de los principales argumentos del presidente dominicano radica en la supuesta violación de un tratado bilateral entre las dos naciones que se remonta a 1929. Abinader enfatizó que el río Masacre es esencial para los agricultores dominicanos y que la construcción del canal podría tener un impacto perjudicial en el medio ambiente, incluyendo un importante humedal.

«El precedente de una obra de riego construida de manera unilateral puede conducir a una escalada de construcciones que acabarían con el río», subrayó el presidente.

El río Masacre, cuyo nombre evoca una historia de conflictos y derramamiento de sangre entre colonizadores franceses y españoles, ha sido testigo de numerosos episodios históricos que han afectado las relaciones entre Haití y la República Dominicana, incluida una matanza de haitianos a manos del ejército dominicano en 1937.

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Estos cierres de frontera se produjeron cuatro días después de que Abinader anunciara la suspensión de la emisión de visas para ciudadanos haitianos y el cierre de la frontera en el norte del país, cerca del poblado de Dajabón. El presidente argumentó que es crucial que la comunidad internacional se involucre en la crisis haitiana y brinde asistencia al país vecino.

«No hay solución dominicana al problema haitiano», afirmó Abinader. «A nosotros no se nos puede pedir más de lo que hacemos».

Hasta el momento, el gobierno haitiano ha expresado su apoyo al proyecto del canal y ha condenado la decisión de Abinader de cerrar todas las fronteras mientras ambas partes buscan una solución a esta controversia.

Por su parte, Haití enfrenta un desafío interno adicional relacionado con el aumento de la violencia de pandillas. El país caribeño ha solicitado ayuda internacional para abordar esta problemática, y Estados Unidos ha anunciado su intención de presentar una resolución ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para autorizar la creación de una fuerza policial multinacional liderada por Kenia. Sin embargo, aún no se ha presentado una resolución y no hay un plazo definido para su presentación.

La disputa en torno a la construcción del canal en el río Masacre y las tensiones fronterizas entre Haití y la República Dominicana se mantienen como temas cruciales en la región, mientras la comunidad internacional observa de cerca la evolución de esta situación.

Redacción pública de DHH con información de sandiegouniontribune.com