La tensión en la isla caribeña de La Española ha alcanzado un nuevo pico después de que Haití rechazara la entrada de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) el pasado 17 de octubre. La razón detrás de este rechazo fue el hecho de que la misión visitó primero la República Dominicana y supuestamente incursionó en el espacio aéreo haitiano sin autorización previa. Este conflicto diplomático se produce en un momento en que Haití enfrenta no solo problemas políticos sino también una creciente ola de violencia.

10/26/2023. Según informes del diario haitiano Le Nouvelliste, las autoridades haitianas han rechazado el permiso para que la misión de la OEA visite el río Masacre desde el lado haitiano. Incluso se ha informado que un helicóptero de la milicia dominicana sobrevoló el espacio aéreo haitiano junto con los expertos enviados por la OEA, una acción considerada como una violación al espacio aéreo haitiano. Las autoridades haitianas, sin embargo, mantuvieron silencio sobre el incidente.

La fuente diplomática de la OEA sugiere que el gobierno haitiano no recibió con gratitud la forma en que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, procedió a enviar la comisión a la República Dominicana. El canciller haitiano, Jean Victor Généus, declaró: «Nosotros tomamos nota de su oferta de mediación y estamos listos para recibir la comisión que intentaron enviar, también estamos en contacto con otros particulares que se han ofrecido para la mediación». Généus también subrayó que, a pesar de la crisis diplomática, la comunicación entre los dos países no se ha visto afectada, y ambos cancilleres mantienen contacto en un esfuerzo por mantener un «silencio diplomático» mientras trabajan para lograr una solución a la crisis que afecta a ambos países.

A pesar de los esfuerzos para resolver la crisis diplomática, la situación en Haití sigue siendo extremadamente difícil. La denuncia de una continua violencia generalizada en el país, según el informe más reciente de las Naciones Unidas, es motivo de gran preocupación. Además, la situación de seguridad en Haití se ha deteriorado aún más, lo que ha dificultado la capacidad de Kenia para liderar el envío de tropas en el marco de una misión de paz.

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En un incidente reciente, medios haitianos informaron que al menos cuatro personas murieron y varias resultaron gravemente heridas después de que individuos fuertemente armados atacaran un minibús en el área de Carrefour Peigne. Este acto de violencia es solo un ejemplo de la creciente inseguridad en Haití, que ha llevado a las Naciones Unidas a advertir que la situación en el terreno sigue deteriorándose. La creciente violencia de las pandillas ha sumido a los haitianos en el caos, y los principales delitos están aumentando bruscamente, alcanzando niveles históricos sin precedentes.

Mientras la comunidad internacional observa con preocupación la crisis diplomática entre Haití y la República Dominicana, la prioridad sigue siendo abordar la crisis de seguridad interna que afecta profundamente a la población haitiana. La OEA y otros organismos internacionales deberán desempeñar un papel fundamental en la búsqueda de soluciones tanto a nivel político como en términos de seguridad en Haití, a fin de poner fin a la violencia y allanar el camino hacia la estabilidad y la paz en la isla de La Española.

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