
El presidente argentino Alberto Fernández atribuyó el intento de homicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a la proliferación de los discursos extremistas y violentos en sociedades democráticas y pidió a la comunidad internacional estar alerta.
Fernández se pronunció el martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas sobre el fallido magnicidio contra la expresidenta (2007-2015) el pasado 1 de septiembre al llegar a su domicilio, un hecho de enorme conmoción política que todavía no fue esclarecido por la justicia argentina.
En la Argentina el intento de asesinar a la vicepresidenta no solo afectó la tranquilidad pública. También buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida, dijo Fernández en referencia al retorno de la democracia en 1983, cuando los argentinos construimos el acuerdo del Nunca Más al terrorismo de Estado y a la violencia política.
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