La situación de pobreza en Argentina sigue siendo preocupante, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El 39,2% de la población vive en situación de pobreza, lo que supone un aumento con respecto al 36,5% de la medición anterior. Esto significa que 18,1 millones de ciudadanos argentinos viven por debajo de la línea de la pobreza, y de ellos, 3,7 millones son considerados indigentes.

El problema afecta principalmente a los más jóvenes, con un 54,2% de los menores de 14 años viviendo en la pobreza. Las regiones más golpeadas son el Noroeste y el Noreste, con un 43,6% y 43,1% de la población en situación de pobreza respectivamente.

En la ciudad de Buenos Aires y su periferia, la tasa alcanza el 39,5%. El aumento de la pobreza no ha podido ser frenado por el crecimiento de la economía en 2022 ni por la disminución del desempleo. Además, la inflación anual del 100% se considera uno de los factores principales del agravamiento de la situación. Las perspectivas para 2023 no son optimistas, y se espera un aumento del costo de la vida aún mayor en los próximos meses.

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El Gobierno peronista ha reconocido el problema y ha asegurado estar trabajando para combatir la pobreza, pero esto no ha sido suficiente para evitar la creciente desconfianza de los ciudadanos. En este contexto, los partidos de la ultraderecha y la derecha tradicional han aprovechado para capitalizar el malestar social de cara a las elecciones presidenciales de octubre.

Es fundamental que las autoridades tomen medidas concretas para abordar esta situación y mejorar la calidad de vida de los argentinos más necesitados. Es importante que se implementen políticas públicas adecuadas y se trabaje en conjunto con la sociedad para reducir la pobreza y las desigualdades en el país.

Redacción DHH con información de diariocordoba.com