Bolivia se enfrenta a una grave crisis financiera en las últimas semanas, con largas filas de personas en las puertas de los bancos bolivianos para retirar dólares debido a la escasez y la falta de liquidez en el sistema financiero.

Bolivia se enfrenta a una grave crisis financiera en las últimas semanas, con largas filas de personas en las puertas de los bancos bolivianos para retirar dólares debido a la escasez y la falta de liquidez en el sistema financiero.

Según expertos, el modelo de extractivismo en el que el Movimiento al Socialismo (MAS), la derecha empresarial y agroindustrial se beneficiaron durante años está enfrentando sus límites. El Banco Fassil, uno de los mas importantes, es uno de los más afectados porque no posee dolares para sus clientes ni tampoco efectivo en la moneda boliviana, lo que ha generado desesperación y aumenta la incertidumbre de millones de ahorristas del sistema financiero. Ante la situación, el banco ha publicado un comunicado pidiendo calma a sus clientes y señalando que hay «intereses específicos orientados a generar desestabilización en el sistema financiero boliviano».

Además, la calificadora internacional de mercados financieros Fitch Ratings ha emitido un informe asignando al país una calificación negativa (B-), lo que refleja el agotamiento de las reservas de liquidez externa de Bolivia y ha aumentado en gran medida la incertidumbre a corto plazo y los riesgos macroeconómicos. Las presiones de los agroindustriales para obtener ventajas en la venta de dólares al Estado, así como la presión empresarial para dar fin al impuesto a las transacciones financieras (ITF), son parte de los motores de la especulación actual. Además, se han convertido en una herramienta política para sectores de las clases dominantes más próximos a la oposición que al oficialismo. Otro factor importante de desestabilización e incertidumbre en la economía es la agudización de las disputas internas en el MAS-IPSP.

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Las dificultades del gobierno de Arce para la aprobación de varias leyes, incluida la aprobación de créditos externos y la Ley del Oro, podrían convertirse en válvulas de escape para el aumento de las reservas. El proyecto de Ley del Oro permitiría al Banco Central de Bolivia (BCB) comprar oro directamente a los mineros cooperativistas con un único impuesto del 4,8%.

Sin embargo, las dificultades para aprobar este proyecto de ley no solo se encuentran en la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas de La Paz (Ferreco), sino también en el Parlamento, donde Luis Arce se enfrenta a la oposición de la bancada evista.

Las actuales turbulencias financieras tienen su origen en la polarización política del país. Si bien no existe la posibilidad inmediata de un colapso del sistema financiero, la estabilidad monetaria está en un precario equilibrio, susceptible a las presiones especulativas que tienen una raíz política.

La balanza comercial es uno de los indicadores que más expresan las dificultades estructurales que empiezan a golpear la economía, lo que podría anticipar ataques al salario y las condiciones de vida de los bolivianos.