El ex-presidente brasileño Jair Bolsonaro (PL) fue sentenciado hoy a prisión domiciliaria por el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, tras el «reiterado incumplimiento de medidas cautelares» impuestas anteriormente. La decisión, publicada a las 19:25 hora local, se fundamenta en la utilización de redes sociales de aliados para difundir contenido de «incentivo e instigación a ataques» contra el STF y «apoyo ostensivo a la intervención extranjera» en el Poder Judicial brasileño.

08/04/2025. Moraes fue enfático al afirmar que «no hay dudas de que hubo el incumplimiento de la medida cautelar impuesta a Jair Messias Bolsonaro». A pesar de no usar directamente sus propios perfiles, el ministro señaló que Bolsonaro «burló de forma deliberada la restricción impuesta anteriormente» al producir material destinado a ser publicado por terceros, manteniendo así una «influencia activa» en el debate político digital.
El último desacato: manifestaciones y estrategias digitales
La medida de prisión domiciliaria se precipitó tras la participación de Bolsonaro, vía telefónica, en una manifestación contra el STF y a favor de la amnistía que reunió a sus partidarios en Copacabana, Río de Janeiro, el pasado domingo. El senador Flávio Bolsonaro (PL-RJ) fue quien reprodujo el mensaje de su padre desde un camión de sonido, incluso llevando un muñeco a tamaño real del ex-mandatario. Aunque el video fue borrado horas después, la acción fue interpretada por la Corte como una «violación a las restricciones impuestas».
Moraes detalló que Bolsonaro «produjo material prefabricado dolosa y conscientemente» para que sus seguidores continuaran «intentando coaccionar al Supremo Tribunal Federal y obstruir la Justicia». Como pruebas de este «flagrante irrespeto», se citaron no solo el video publicado por Flávio Bolsonaro, sino también una llamada de video con el diputado federal Nikolas Ferreira (PL-MG) durante un acto en São Paulo, donde el parlamentario exhibió el celular y afirmó: «Bolsonaro no puede hablar, pero puede ver».
La decisión resalta que las conductas de Bolsonaro demuestran la «necesidad y adecuación de medidas más gravosas» para «evitar la continua reiteración delictiva del reo». El ministro acusó al ex-presidente de incurrir en dos crímenes: obstrucción de justicia por «coacción en el curso del proceso» y «obstrucción de investigación de infracción penal que involucre organización criminal». En un mensaje contundente, Moraes afirmó: «La Justicia es ciega, pero no es tonta. La Justicia no permitirá que un reo la haga de tonta, creyendo que quedará impune por tener poder político y económico. La Justicia es igual para todos».
Las medidas cautelares en vigor ya habían sido desobedecidas previamente, a pesar de las «restricciones menos severas» como la prohibición de uso de redes sociales y contacto con otros investigados. El 18 de julio de 2025, la Policía Federal realizó allanamientos en la casa de Bolsonaro y en la sede del partido PL, incautando dinero y dispositivos móviles. En esa ocasión, Moraes ya había determinado el uso de tobillera electrónica, confinamiento domiciliario nocturno y los fines de semana, y la prohibición de usar redes sociales y contactar a otros investigados, incluyendo a su hijo Eduardo Bolsonaro, o salir de Brasilia.
Puedes leer: Argentina: consumo en caída libre y costos disparados –
Condiciones de la prisión domiciliaria y contexto político
La nueva determinación de prisión domiciliaria incluye:
- Uso de tobillera electrónica.
- Prohibición de visitas, salvo familiares cercanos y abogados. Los visitantes autorizados no podrán usar celulares ni grabar.
- Recolección de todos los celulares disponibles en el lugar y prohibición de usar aparatos de terceros.
- Mantenimiento de la prohibición de contacto con otros investigados en las causas de la trama golpista y obstrucción de justicia.
- Prohibición de contacto con embajadores o cualquier autoridad extranjera.
- Mantenimiento de la prohibición de utilizar redes sociales, directamente o por intermedio de terceros.
- Advertencia de prisión preventiva si alguna de estas medidas es incumplida.
Moraes también señaló que la actuación de Bolsonaro es «coordinada» con sus hijos (Eduardo, Flávio y Carlos Bolsonaro), buscando «interferir en el juicio de la AP 2.668», referente al proceso de la trama golpista. La participación en actos donde se usaron «banderas de los Estados Unidos de América, con apoyo a las tarifas impuestas a Brasil para coaccionar al Supremo Tribunal Federal» fue también un factor mencionado.
El contexto político brasileño se ve agitado por esta decisión. Las protestas pro-Bolsonaro que ocurrieron en 62 ciudades del país incluyeron críticas al STF, defensa de amnistía para los acusados del 8 de enero y ataques al ministro Alexandre de Moraes. La tensión entre EE.UU. y Brasil, exacerbada por la imposición de tarifas de hasta el 50% sobre productos brasileños exportados, anunciadas por el gobierno Trump y vistas como un intento de coerción política y económica, también influye en el escenario. Analistas sugieren que la prisión de Bolsonaro «crea una dificultad más en la negociación del tarifazo y ‘enciende’ el cuño político».
Mientras tanto, la opinión pública brasileña valora la defensa de la soberanía por parte del actual presidente, Lula, cuya aprobación ha visto un ligero aumento, según la encuesta LatAm Pulse. El escenario se agrava aún más con la percepción de que el PL de la Amnistía está «muerto y enterrado». El STF, a través de ministros como Barroso, ha recordado los difíciles períodos recientes del país, incluyendo dos impeachments, hiperinflación y escándalos de corrupción, en clara alusión a las acciones «cobardes y traicioneras» de Bolsonaro.
La decisión de Moraes es un claro mensaje de que el Poder Judicial no tolerará el desacato y la obstrucción a la justicia, independientemente del poder político o económico del acusado.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre lectura de agencias
Más historias
Uribe seguirá encerrado: tribunal le cierra la puerta a la libertad provisional
Colombia: defensa de Álvaro Uribe solicitó que dejen en libertad al expresidente
Consumo en caída libre y costos disparados: la dura advertencia de la mediana empresa a Milei