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EEUU

Kamala Harris promueve una nueva era de energía sostenible

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En un momento crucial para abordar la crisis climática y fomentar una economía sostenible,
Kamala Harris ha revelado un ambicioso plan económico que busca transformar la infraestructura energética de Estados Unidos. Este plan, que se apoya en los logros de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, tiene como objetivo reducir los costos energéticos para las familias, crear nuevos empleos y promover la transición hacia fuentes de energía limpia.

10/17/2024.  Reportaje especial de la editora en comunicaciones multiculturales Johani Carolina Ponce.

A través de inversiones significativas, el enfoque de Harris no solo busca mitigar el impacto del cambio climático, sino también ofrecer soluciones prácticas para las comunidades, especialmente aquellas de bajos ingresos, que se ven más afectadas por la ineficiencia energética y la crisis de vivienda. Con la promesa de créditos fiscales y programas de
asistencia, este plan busca no solo mejorar la resiliencia de la infraestructura eléctrica, sino también asegurar que el futuro energético de Estados Unidos sea más sostenible y equitativo.

Kamala Harris y Tim Walz han presentado un plan económico que aborda la crisis climática y busca avanzar hacia una economía de energía limpia, con el objetivo de reducir los costos energéticos y crear nuevos empleos. Este plan se fundamenta en los logros de la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation
Reduction Act), aprobada en 2022 durante la administración Biden-Harris. Esta legislación representa una inversión significativa en la producción de energía, promoviendo el crecimiento de energías limpias, mejorando la infraestructura energética y disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles.


Impacto en la comunidad


Desde su implementación, la ley ha facilitado más de 265 mil millones de dólares en inversiones en energía limpia, y ha creado alrededor de 330,000 nuevos empleos. Ricardo Villafán, un aprendiz en el sindicato IBEW Local 640, destaca cómo la ley ha beneficiado a la comunidad latina, afirmando: «Mi vida cambió para mejor desde que me uní en 2022. Pude comprar un auto nuevo, pude aprender un oficio que podría mejorar nuestro país y gané más dinero». Además, se estima que la ley podría ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 48% para 2035.


Gases de efecto invernadero y calentamiento global

Los gases de efecto invernadero (GEI) son compuestos que se acumulan en la atmósfera y atrapan el calor, contribuyendo al fenómeno del calentamiento global. Este aumento gradual de las temperaturas promedio de la Tierra es causado principalmente por actividades humanas (antropogénicas), como la
quema de combustibles fósiles, la agricultura y la deforestación. Entre los gases más comunes que provocan este efecto se encuentran el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄) y el óxido nitroso (N₂O). A medida que aumentan las concentraciones de GEI, también lo hace la temperatura del planeta, lo que
desencadena una serie de cambios climáticos.

Puedes leer: Cambios ambientales en candidatura de Vance


El cambio climático


El cambio climático se refiere a variaciones significativas y duraderas en los patrones climáticos globales, que incluyen fenómenos extremos como olas de calor, huracanes intensos y sequías prolongadas. Según la NASA, estos cambios son causados en gran parte por la actividad humana.


El plan económico de Kamala Harris


El plan económico de Kamala Harris tiene como objetivo fundamental modernizar la industria estadounidense, enfocándose en descarbonizar sectores clave como el acero y el cemento. Este enfoque incluye inversiones en tecnologías de bajas emisiones y el respaldo a políticas pro-sindicales para proteger a los trabajadores.
La transición hacia fuentes de energía renovable es un aspecto esencial del plan y contribuye a la sostenibilidad ambiental.


Modernizar la industria estadounidense


En un evento reciente en Pittsburgh, Harris enfatizó la importancia de modernizar la industria estadounidense, afirmando que «invertiremos en las industrias que, por ejemplo, hicieron de Pittsburgh la ‘Ciudad del Acero’, ofreciendo créditos fiscales para expandir buenos trabajos sindicales en comunidades de acero, hierro y manufactura». Harris también destacó la necesidad de liderar en sectores que definirán el futuro, como la energía limpia y la biomanufactura.
La biomanufactura es el uso de organismos vivos o biomasa para crear productos como medicamentos, biocombustibles y materiales sostenibles. Este enfoque busca ser más ecológico, minimizando el uso de recursos no renovables y reduciendo los desechos.
Reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero es esencial para mitigar el cambio climático, según numerosos científicos y expertos. Por ejemplo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha afirmado que para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 °C, es crucial que las emisiones de gases
de efecto invernadero alcancen su pico antes de 2025 y que disminuyan rápidamente en las próximas décadas, lo que es fundamental para lograr un futuro sostenible y evitar los efectos adversos del cambio climático. Esta necesidad de acción es respaldada por organizaciones como el World Resources
Institute.


Viviendas energéticamente eficientes

El plan también pone énfasis en la crisis de vivienda, reconociendo que las viviendas ineficientes energéticamente y alejadas de los centros urbanos agravan tanto la crisis climática como la económica. Para abordar esto, se propone una expansión de créditos fiscales que faciliten la construcción de viviendas asequibles y energéticamente eficientes, así como la renovación de edificios
existentes.
El informe Preservación, Protección y Construcción de Viviendas Asequibles Resilientes al Clima del Urban Institute propone un marco para que los desarrolladores de vivienda, planificadores y responsables de políticas locales y regionales integren principios de sostenibilidad, resiliencia y justicia ambiental en
la construcción de viviendas asequibles resilientes al clima.

Una reciente encuesta realizada por el Centro para la Democracia Popular y la Alianza por el Derecho a la Ciudad revela una creciente preocupación entre los votantes sobre los temas de vivienda. Según la encuesta, el 48% de los votantes de Nevada encuestados afirmaron que votarían por un candidato que apoye la financiación gubernamental para la vivienda asequible. Además, el 51% manifestó
que respaldaría a un candidato que abogue por medidas de estabilización de alquileres.
Se estima que hay una escasez de 7.3 millones de unidades de viviendas asequibles disponibles para inquilinos de ingresos extremadamente bajos en EE.UU., un aumento del 8% desde 2019. De estos, 40% de los inquilinos están «cargados de costos», lo que significa que gastan más del 30% de sus ingresos en
vivienda. Además, la falta de opciones de vivienda asequibles afecta desproporcionadamente a los hogares de las comunidades de color.


Reducción de los costos energéticos 


Un pilar clave del plan de la vicepresidenta Harris es la reducción de los costos energéticos para las familias, especialmente aquellas de bajos ingresos. Se proponen créditos fiscales que pueden permitir a las familias ahorrar hasta un 30% en tecnologías limpias, como bombas de calor y paneles solares. Estos
incentivos están diseñados para facilitar el acceso a soluciones de energía limpia, promoviendo así la eficiencia energética y la sostenibilidad en los hogares.
Eduardo Hayek, un latino residente de Pittsburgh, Pennsylvania, decidió adoptar la energía renovable tras analizar varias ofertas e instaló paneles solares en su residencia con la ayuda de los incentivos federales. Gracias a su inversión, su factura de electricidad se redujo de $200 a solo $12.
El plan de Harris incluye el apoyo continuo a través del Programa de Asistencia Energética, que ha sido fundamental para proporcionar más de $22 mil millones en ayudas a las familias en necesidad. Este programa no solo ayuda a reducir la carga financiera de las facturas de energía, sino que también juega un papel crucial en la promoción de la equidad energética y la resiliencia ante los desafíos
climáticos.

Mejoras en la infraestructura eléctrica


El plan también incluye inversiones significativas en la infraestructura eléctrica, con el objetivo de fortalecer la resiliencia del sistema ante desastres climáticos, como tormentas e inundaciones. Al modernizar y ampliar las redes eléctricas, se busca mejorar la producción y distribución de energía, asegurando un suministro más confiable y eficiente. Estas mejoras son fundamentales para mantener la
competitividad de Estados Unidos en el ámbito de la energía limpia y para proteger su seguridad energética frente a amenazas tanto naturales como geopolíticas.
Estas acciones están alineadas con el objetivo de avanzar hacia una economía más sostenible y próspera, donde la transición a fuentes de energía renovables no solo contribuya a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también impulse el crecimiento económico, beneficiando especialmente a la comunidad latina. Al enfocarse en energías limpias, se generan oportunidades laborales que permiten a los latinos participar activamente en un sector en expansión, mejorando así su calidad de vida y fortaleciendo la economía local.

Redacción para DHH de Johani Carolina Ponce

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