Washington formaliza una nueva fase de presión estratégica en el Caribe con un dispositivo naval ampliado, orientado a contener rutas ilícitas y reforzar su presencia en el hemisferio occidental.
11/13/2025. La operación «Lanza del sur» se presentó oficialmente como el eje de una ofensiva marítima reforzada, con la que Washington busca exhibir capacidad de control regional al tiempo que recalibra su estrategia frente a supuestas organizaciones criminales que operan desde el mar Caribe y la fachada norte de Sudamérica.
La iniciativa, anunciada por el secretario de Guerra Pete Hegseth, parte de un propósito central: ampliar los instrumentos de interdicción marítima mientras se proyecta un mensaje de firmeza política hacia gobiernos considerados de riesgo por la Casa Blanca.
Operación ‘Lanza del sur’
En la comunicación difundida por el funcionario, se precisó que la nueva operación dependerá de una estructura combinada entre un grupo de trabajo especializado y el Comando Sur, entidad responsable de coordinar las acciones estadounidenses en América del Sur, Centroamérica y el arco caribeño.
Aunque el Departamento de Defensa evitó pormenorizar alcances tácticos, funcionarios señalaron que el plan extiende maniobras ya desplegadas durante meses en aguas próximas a Venezuela.
Fuentes militares confirmaron que la llegada reciente del portaaviones USS Gerald Ford al sur del Caribe consolidó una arquitectura naval que incluye destructores, buques anfibios y unidades de apoyo logístico, ordenadas desde agosto como parte de una política de supresión de rutas marítimas utilizadas para el tráfico de sustancias sintéticas hacia territorio estadounidense.
Este refuerzo, según mandos navales, se vincula con la destrucción de varias embarcaciones identificadas como transportes clandestinos en corredores del Caribe y el Pacífico oriental.
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Directrices de Trump
La narrativa oficial subraya que la decisión se enmarca en directrices del presidente Donald Trump, quien instruyó una postura más agresiva frente a actores considerados “amenazas hemisféricas”, mientras insiste en la necesidad de impedir el flujo de cargamentos ilícitos que, según la administración, representan un riesgo directo para la seguridad interna.
L estrategia confirma la intención de mantener un radio operativo ampliado y una presencia naval sostenida, elementos que, bajo el paraguas de «Lanza del sur», buscan reconfigurar la influencia estadounidense en una región clave para su agenda geopolítica.
Redacción DHH.
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