Colombia, México, Ecuador, Perú y Haití los más afectados en latinoamérica con la crisis de USAID
La suspensión de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, mejor conocida como USAID, ha encendido las alarmas en el continente latinoamericano. El presidente Donald Trump, según declaraciones de Elon Musk, ha manifestado su intención de cerrar la entidad, una postura que fue confirmada horas después por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien ha sido designado como su director interino.

02/03/2025. USAID ha sido, por décadas, un pilar fundamental en la cooperación internacional. Desde su creación en 1961, ha canalizado más de 104.000 millones de dólares en asistencia global, con un fuerte énfasis en América Latina y el Caribe. Si bien la región no es el principal destino de sus fondos, su impacto ha sido crucial en programas de educación, derechos humanos y apoyo humanitario.
El posible cierre de la agencia no solo detendría el flujo de millones de dólares hacia países como Colombia, México, Ecuador, Perú y Haití, sino que también marcaría un revés histórico en la cooperación internacional. Expertos advierten que muchas iniciativas de asistencia médica, distribución de alimentos y defensa de derechos fundamentales podrían verse gravemente afectadas.
Uno de los mayores temores radica en el impacto sobre la protección de los derechos humanos y la inclusión de comunidades vulnerables, como la población LGBTI+. En Colombia, por ejemplo, la Jurisdicción Especial para la Paz ha alertado que la suspensión de fondos podría frenar investigaciones sobre violencia sexual y afectaciones a comunidades étnicas.
Los países más beneficiados por USAID en América Latina han sido Colombia, con más de 700 millones de dólares en 2023, Haití con 440 millones y Ecuador con 250 millones. Otras naciones como Guatemala, El Salvador y República Dominicana también han recibido asistencia significativa.
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Frente a este panorama, surge la incógnita de si la Unión Europea podría asumir parte de la ayuda que USAID dejaría de aportar. Sin embargo, la crisis en Ucrania y la situación en Gaza han priorizado su agenda, haciendo improbable que puedan compensar el vacío presupuestario.
Finalmente, una de las consecuencias más preocupantes de la falta de financiación sería el aumento de la migración. La reducción de recursos afectaría directamente a programas de refugio y apoyo a comunidades en crisis, lo que podría incrementar los flujos migratorios hacia Estados Unidos, irónicamente, en contra de los objetivos de la administración Trump.
El futuro de USAID y su impacto en América Latina aún es incierto. Lo que sí está claro es que su cierre representaría un golpe sin precedentes para los millones de personas que dependen de su asistencia en la región.
Redacción DHH.