«Si esta es mi última boleta, entonces estoy agradecida de que sea para Kamala Harris», dijo Lessie Benningfield Randle.

11/05/2024. Lessie Benningfield Randle, una de las últimas supervivientes vivas de la masacre racial de Tulsa de 1921, votó en las elecciones presidenciales de 2024 por Kamala Harris. A los 109 años, con su cumpleaños número 110 acercándose este fin de semana, la decisión de Randle habla de un legado de resiliencia arraigado tanto en la tragedia como en los triunfos de la América negra.

Nacida en 1914, Randle era solo una niña cuando una turba enfurecida de residentes blancos destruyó Greenwood, el próspero vecindario negro conocido como Black Wall Street en 1921, matando a cientos de personas y reduciendo a cenizas 35 cuadras cuadradas de prósperos negocios. La decisión de Randle de votar por Harris no solo representa sus esperanzas para el futuro, sino que también la conecta con una historia muy reñida como mujer negra que ha vivido tanto la lucha por los derechos civiles como las realidades del terrorismo racial.

El voto de Randle por Harris es significativo, especialmente dado el arco de su vida. Nació en una época en la que las mujeres no tenían derecho al voto y las barreras raciales impedían que los afroamericanos participaran plenamente en la democracia. Fue necesaria la Ley de Derecho al Voto de 1965, después de años de lucha liderada por defensores como Fannie Lou Hamer, para desmantelar barreras como los impuestos electorales diseñados para evitar que los negros votaran.

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«Si esta es mi última boleta, entonces estoy agradecida de que sea para Kamala Harris», dijo Randle en un comunicado compartido con ESSENCE después de emitir su voto en ausencia la semana pasada. «Mis nietos merecen un mundo en el que cuidar de sus padres no sea una lucha financiera, los medicamentos sean asequibles y las mujeres sean gratuitas. Y nuestros hijos merecen un presidente que los inspire a aprender de la historia, no un tirano que trate de borrarla».

Randle advirtió sobre un eco inquietante del odio del pasado en el clima político actual. «La turba que asesinó a mis vecinos en Greenwood estaba muy enojada, y este país corre el riesgo de permitir que esa misma ira se apodere de su alma nuevamente. Pero los votantes pueden decir que no a un político que incita a los blancos a volverse en contra de sus vecinos de piel más oscura. Los votantes pueden decir no a dar a los policías deshonestos inmunidad total para aterrorizarnos. Podemos decir no a los candidatos que les están quitando a los estudiantes la libertad de conocer el pasado de nuestro país. Como votantes, debemos proteger a nuestros hijos de los políticos que creen que la retribución y la violencia son virtudes. Porque yo he vivido esa pesadilla. Y créeme, no podemos permitirnos volver atrás».

 Con información de essence.com