“No me fui, me lanzaron”: Ferrer convierte el exilio en un acto de guerra

José Daniel Ferrer no aterrizó en Estados Unidos como un refugiado. Lo hizo como un combatiente en pausa. Con la bandera cubana sobre los hombros y la mirada fija en el regreso, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) convirtió su exilio forzoso en una declaración de guerra simbólica contra el régimen que lo encarceló.

10/13/2025. “Las prisiones cubanas son un infierno que ni Dante imaginó”, dijo ante la prensa en la Fundación Nacional Cubano Americana. Su voz, lejos de quebrarse, se endureció al recordar a los presos políticos que siguen en la isla: Félix Navarro, Sayli Navarro, Lizandra Góngora. “No me fui. Me lanzaron. Pero volveré”, prometió.

Acompañado por su esposa, hijos y hermano, Ferrer denunció el chantaje del régimen, que intentó usarlo como ficha diplomática ante EE. UU. y el Vaticano. La incertidumbre fue total hasta que, ya en el avión, se confirmó que toda su familia lo acompañaría.

Pero su mensaje no fue de agradecimiento ni de alivio. Fue de estrategia. “Hay que acorralar al régimen dentro y fuera de Cuba”, afirmó. Citó a Martí, a Maceo, y hasta a san Agustín para justificar la legítima defensa ante la violencia. “La vía pacífica sigue siendo válida, pero no se puede confundir paz con pasividad.”

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Ferrer también celebró el Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado, conectando las luchas de Cuba y Venezuela como frentes de una misma batalla continental. “Si Caracas sufre, es porque La Habana respira.”

Rosa María Payá lo llamó “un héroe de todos los cubanos” y aseguró que este exilio será breve. Ferrer lo confirmó: “Estos son los últimos tiempos de la tiranía. La lucha continúa. Y será redoblada.”

Redacción DHH sobre lectura de agencias