El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió un comunicado en el que recuerda que el Título 42 continúa aplicándose en las fronteras de Estados Unidos.

El comunicado se dio a conocer cuando las ciudades a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México se están preparando para un posible aumento de solicitantes de asilo, dejando en claro que las restricciones del Título 42 continúan en vigor.

En este momento, esa regla, implementada como precaución ante la pandemia de COVID-19, permite que el gobierno federal rechace a muchos inmigrantes en la frontera, negando el derecho a pedir asilo.

La Corte Suprema, en una orden dictada esta semana, retrasó la fecha de finalización del Título 42.

La Corte Suprema ahora podría permitir que la administración de Biden termine con el uso del Título 42 en cuestión de días, o los jueces podrían esperar semanas o meses mientras consideran el desafío de los 19 estados.

“El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) continúa haciendo cumplir plenamente nuestras leyes de inmigración y salud pública en la frontera. Las personas y familias que intentan ingresar sin autorización están siendo expulsadas, según lo exige la orden judicial en virtud de la autoridad de salud pública del Título 42, o se les coloca en procedimientos de deportación”, advierte el comunicado.

El DHS advirtió: “Independientemente de la nacionalidad, cualquier persona que intente ingresar sin autorización está sujeta a expulsión según el Título 42. Aquellos que no pueden ser expulsados de conformidad con el Título 42 pueden ser colocados en expulsión acelerada y cualquier persona a la que se ordene su expulsión estará sujeta a una prohibición de entrada durante 5 años según el Título 8”.

En cuanto a los inmigrantes venezolanos que intentan ingresar a Estados Unidos entre los puertos de entrada, se les recordó que continúan siendo devueltos a México y que se les excluirá del Proceso de Ejecución de Migración de Venezuela anunciado en octubre.

El DHS también se refirió a que ha destacado a 23,000 agentes y oficiales que trabajan para asegurar la frontera suroeste y continúa trabajando en estrecha colaboración con México para reforzar las operaciones para atacar a las organizaciones de tráfico de personas y llevarlas ante la justicia.